POR CULPA DE LA SECRETARIA


Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)


El 30 de septiembre próximo se celebra, por todo lo grande, como año tras año, el esperado (sobre todo por los jefes viejosverdes) día de la secretaria. Se lo merecen, ya que su esfuerzo durante los 240 días del año es digno de ser premiado y reconocido aunque sea por un solo día (igual que el día del padre, de la madre, de la abuela, etc, etc.). Sin embargo, creo que deberían hacer mayor esfuerzo para que realmente les sean reconocidos sus atributos de productividad y calidad en el trabajo y no otros atributos, como general y maliciosamente se interpreta ese día.

Los restaurantes, hoteles, sitios de fiesta, harán su agosto, a pesar de ser septiembre, compitiendo cada uno con presentar un mejor menú tanto en comida, bebida y espectáculos (con acento por si acaso), con reconocidos artistas del canto y de la comedia.

Sin embargo, hablando de comedia, o mejor dicho tragedia, esta fue la que le pasó en el 2007; a mi compadre Tosmitocles Perales, precisamente ese día de la secretaria (de ahí el título de este trabajo). Resulta y acontece que mi compadre, quien ya anda por sus cincuenta y un pico grande, y es un ejecutivo muy serio, casado, con cuatro hijos, también cumple años ese día y por lo general lo celebra tanto en familia como con algunos amigos y compañeros de trabajo y de partido. Sin embargo, este año, por diversas ocupaciones de trabajo, estudio y deportes, se le fue pasando por alto y quizás también por los preparativos que normalmente en las oficinas, desde casi un mes antes, se empiezan a realizar para ir a celebrar el día de las secretarias. Ahí precisamente está el detalle, pues mi compadre, (según me cuenta después todo preocupado) empezó a notar desde por ahí el 20 de septiembre que la hermosa "morenaza" 245, o sea: 94-58-93, secretaria de la oficina, desde hace cinco meses, donde el ejerce como jefe, le prodigaba mayores atenciones que de costumbre, con mucha amabilidad, llevándole café a cada rato, la prensa, colocando música muy romántica de FM, y entablando mayor conversación con él, realizando algunas insinuaciones, muy moderadas, de querer comer en un buen restaurante y también bailar un poco. Esto lo incentivó a también él involucrarse en la celebración del día de la secretaria, pues normalmente en otros año el siempre pagaba pero nunca iba, enviando al subgerente.

Así pasaron los días y llegó por fin ese esperado día, valga la redundancia. Mi compadre ya se veía disgustando un sabroso plato en amena conversación con su secretaria, además de estirar un poco esos huesos bailando desde un vals hasta un joropo, pasando por supuesto por un bolero, guaracha, cumbia y por que nó: la famosa "lambada" si era posible. Más se incentivó, cuando por ahí, a las diez de la mañana, Perfecta, quien así se llama su secretaria (bueno mejor su exsecretaria), le dijo: - Señor Temistocles, antes de ir almorzar ¿porqué no me acompaña a mi apartamento que tengo que vestirme mejor y realizar algunas cosas que tengo pendientes?. Después iremos a comer lo que Ud. disponga y en el sitio que desee.

Mi compadre ni corto ni perezoso le concedió lo solicitado por Perfecta. La acompañó a su apartamento (de soltera para aumentar el incentivo) en una discreta pero muy bien cuidada residencia. El apartamento muy bien decorado, muy femenino, con muy poca luz, en la sala de recibo. Cuando llegaron aumento la tensión de mi compadre, quien ya de por si estaba sudoroso con sus 88 kilos acuestas, empezando a sudar un poco más. Peor aún cuando la susodicha Perfecta con voz muy melodiosa le dice: - Sr. Tosmitocles, lo veo muy nervioso y preocupado, ¿qué le pasa?, relájese, ahí en el bar hay whisky, si quiere sirve dos, uno para Ud. y otro para mi.

Ya esto era inaguantable, según me cuenta mi compadre, quien incluso casi ni hablaba sólo miraba cada vez más a esa "morenaza", queriéndosela comer con los ojos (no importara que después no almorzara). La tensión la tenía a millón, e incluso recordó que ese día no se había tomado ninguna medicina. Esta aumentó más cuando Perfecta con voz aún más suave le añade: - Si considera que hay mucha claridad puede bajar esta con el control e incluso apagar la lámpara. También puede poner un poco de música mientras espera y, si quiere, póngase cómodo, que yo voy a mi habitación a ponerme un vestido más cómodo acorde con la ocasión.

Esto ya fue suficiente para mi compadre. Fue la señal que el esperaba (recordando sus tiempos de jugador de baseball). El la interpretó a su manera, como siempre estuvo acostumbrado hacerlo. Ni corto ni perezoso, sirvió los dos whiskys on the rock, bien cargados, para empezar; disminuyó al mínimo la luz de la lámpara de la sala de recibo, quedando casi a oscuras, y ahí viene lo bueno, mi compadre se puso cómodo (según como el lo entendía en el argot de su mejores tiempos): se quitó los pantalones y la camisa, quedando sólo en franelilla e interiores. Y se puso a esperar, en un estado de excitación in estremus, pasando por su mente escenas de películas categoría ZZZZ.

Y ahí estaba mi compadre (y en verdad lo compadezco) en esa situación, en esa tan supuestamente dichosa espera, cuando aún para aumentar la tensión más oye a Perfecta que desde la habitación le dice: - Sr. Temistecles, ¿Ya está listo?. Va voy a salir. No se impaciente. Ya verá que la espera le será recompensada por lo que va a ver y sentir.

Después pasados tres minutos terminó el martirio ( o mejor dicho comenzó el martirio) cuando lentamente la puerta de la habitación se abre, un grupo de personas irrumpe en la sala cantando "cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños Temistocles, cumpleaños feliz"; se enciende la luz de la sala y aparecen su esposa, sus hijos, sus suegros, sus amigos y algunos otros empleados de la empresa; y por supuesto la d…….$·&?*¿$$ Perfecta con el mismo vestido que había llevado a la Oficina. Ellos no se habían olvidado del cumpleaños de Temistocles, como todos los años y habían comisionado a Perfecta para realizar todo y darle una sorpresa.

Y ahí estaba mi compadre, en interiores y franelilla, con un vaso de whisky en la mano y oyendo una canción extremadamente romántica.

Demás está decir, que mi compadre, quien está viviendo en mi casa, (por ahora, como el dice, esperando el indulto y que bajen un poco las aguas), tomó de urgencia dos vacaciones que tenía vencidas, pero no sin antes redactar el memorándum de despido "injustificado" (o justificado, ¿qué creen ustedes?) de la "morenaza" Perfecta, quien al fin de cuentas no pudo celebrar su día, pues el santo y señor mío que se formó (el cual no se los cuento porque consume mucho espacio) dio al traste con toda la celebración, tanto del día de la secretaria como del cumpleaños de Temistocles.

Esto es un caso que ha sucedido varias veces, ya ha sido contado, pero sigue sucediendo y sucederá. O sea, los viejosverdes no escarmientan o no escarmentamos.

! Ojo, que el próximo puede ser Ud.!



CLIK AQUI SI DESEA VOLVER A LA PAGINA PRINCIPAL DE LA CULPA