BUSQUEDA DE SOLUCIONES PARA ALGUNAS

INSTITUCIONES PUBLICAS DEL SUBSECTOR SALUD

 

Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)

 

 

En la última década la economía en el ámbito mundial viene sufriendo incesantes cambios tendientes a lograr el equilibrio y adaptarse a la dinámica personal y empresarial, ayudando a los diversos entes en el campo organizacional a conseguir sus objetivos. Así, aspectos como la globalización e internalización de la economía, privatizaciones de empresas, asociaciones estratégicas, entre otros, se consideran permanentemente en estudios, foros, seminarios, como acciones de respuesta novedosas, necesarias y suficientes, para darle frente a esa dinámica.

Venezuela, como país latinoamericano, en vías de desarrollo, no ha estado ajeno a ese proceso de turbulencia en el medio ambiente económico, agravado, de manera específica, por el medio ambiente político y por el social. A partir de octubre de 1983, después del abandono de la paridad cambiaria de 4,30 Bs./U.S. $, y más recientemente, iniciándose en 1989, el país atraviesa una situación económica, política y social diferente, la cual en el lapso 1989-1995 es resumida por Luis Rodan en los términos siguientes: "El viraje económico de Carlos Andrés Pérez (1989), los intentos de golpe de Estado, recesión, recuperación, nuevamente recesión, salida de CAP, entrada de Caldera, debacle financiera, estatización de bancos, economía de controles, control de cambio, inflación, déficit fiscal….". Todo esto ha originado en el ámbito macroeconómico unos resultados concretos que se pueden visualizar, mediante algunos indicadores para el período 1989-1996, en la tabla siguiente:

 

 

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

PIB (% variación

-10,9

2,8

8,97

6,80

-0,40

-3,30

2,2

-1,6

Balance Fiscal

-16543

3660

19741

-255338

-187394

6,48

5,92

0,9

Inflación

84,5

40,7

34,12

31,4

45,9

70,8

56,6

103,2

Tasa activa

35,28

35,12

39,01

51,96

71,84

43,90

33,48

43,80

Tasa pasiva

33,14

29,12

31,03

47,25

69,15

25,96

26,12

27,94

Tasa de cambio

43,69

50,30

61,55

79,45

106,15

170

290

469

Desempleo

9,60

9,90

8,70

7,10

13,20

8,6

10,2

11,1

Balanza de Pagos

-1055

3226

3207

-1110

-2223

-893

-1344

-1230

 

Ahora bien, las diversas organizaciones, privadas y públicas, nacionales y extranjeras, grandes y pequeñas, que fabrican un producto, comercializan un producto, y/o prestan un servicio determinado, deben desarrollar sus actividades de operatividad, crecimiento y desarrollo, dentro de ese contexto, buscando cada una de ellas lograr sus objetivos tácticos y estratégicos trazados al concurrir a ese mercado organizacional. Algunas los consiguen más fácilmente, mientras que a otras les cuesta mucho más o los logran a medias, y algunas (o muchas) se quedan en el camino, sin poder cumplir con los objetivos que motivaron su creación, vegetando o desapareciendo, por liquidación o quiebra.

Las organizaciones, privadas o públicas, en el desarrollo de sus actividades de producción, comercialización y/o prestación de servicios, deben obtener los necesarios y suficientes recursos financieros, que les permitan cubrir sus gastos operativos y de inversión, de manera de poder satisfacer la demanda de sus productos y servicios, tanto en la actualidad como en el futuro, es decir en el corto, mediano y largo plazo. Estos recursos bien sea por la vía de: las ventas de sus productos y servicios, por intereses o dividendos proveniente de inversiones, por asignaciones presupuestarias, por donaciones, por desinversiones, entre otras, lícitas y ortodoxas, dentro de la administración de empresas, son los que permitirán a tales organizaciones darle frente a los egresos en los que debe incurrir, tales como: compra de materias primas, insumos secundarios, pago de recursos humanos, mantenimiento, adiestramiento, publicidad, gastos financieros, compra de mobiliario, equipos, instalaciones, bien sea para aumentar su capacidad instalada o para reponer esta.

Por otra parte, considerando ese medio ambiente turbulento, con la mayor parte de las variables macroeconómicas deterioradas, con aumento de la inflación en los últimos años, hasta alcanzar, en 1996, tres cifras bajas (103%), el desempeño de las actividades de las organizaciones (sean estas con o sin fines de lucro) se dificultan, exigiendo mayores esfuerzos de la gerencia, científica o empírica, de tales organizaciones, ya que el aumento en grados diferentes de los diversos insumos, acompañados en muchos casos por las caídas de los ingresos por ventas y de otras vías, puede traer problemas, más temprano que tarde, a la organización, al no poder funcionar con un esperado margen de rentabilidad y en el peor de los casos con un margen negativo. Asimismo se entra en un estado vegetativo sin poder realizar actividades de inversión destinadas al desarrollo y crecimiento.

Cuando nos referimos al caso de las organizaciones de servicio pertenecientes al sector público, por ejemplo Universidades públicas o centros de salud públicas, la situación se agrava porque, producto de esa situación deteriorada de la economía que reflejan los indicadores macroeconómicos, los ingresos de estas organizaciones han disminuido en términos reales (a pesar de haber, generalmente, aumentado en términos nominales) mientras que sus egresos, por el contrario, han aumentado, aparte, de que por su carácter de actividad contracíclica, la demanda de sus servicios se han incrementado, exigiendo mayores recursos financieros para satisfacer ese incremento de la demanda y no caer en cierre técnico o en déficit. Ello amerita la toma de decisiones que permita seguir en el cumplimiento de los objetivos.

Al concentrar este análisis al subsector salud, dentro de la economía nacional, puede visualizarse que al igual que los demás subsectores, ha sido afectado en diversos grados, dirección e intensidad, tanto a las organizaciones pertenecientes al ámbito privado como a las de propiedad pública, donde a las primeras a pesar de la influencia negativa del incremento de costos por efecto de la inflación y de otras causas, se ha visto beneficiada por el incremento de la demanda de sus productos y servicios, al haber aumentado la necesidad de mejorar la decaída salud de la población por efectos de la mala alimentación, la contaminación, el estrés, entre otros, lo cual les genera mayores ingresos por las ventas de sus productos y/o servicios y hasta donaciones. Subsidios, exoneraciones, rebajas de impuestos, por la atención prestada en este subsector importante de la sociedad. En el otro lado, las de propiedad pública se han visto afectadas negativamente, ya que además de haberles aumentado la demanda de sus servicios (por la misma causa ya expuesta), los ingresos, por vía de asignación presupuestaria se ha mantenido igual o han aumentado de manera nominal pero no de manera real, dando lugar a continuos y sostenidos déficits financieros que han deteriorado la prestación de los servicios o en el peor de los casos los han paralizado transitoriamente (hora cero, hora 25, etc.), con amenaza de ser paralizados definitivamente (cierre total), por deterioro de la planta física, equipos y mobiliario, falta, escasez, o insuficiencia de insumos.

Así, en este orden e ideas, ante la influencia negativa de una situación macroeconómica con diagnosticados signos de crisis económica y fiscal, además de situaciones difíciles en el ambiente social, las organizaciones públicas de servicio de salud, en cuanto a su gerencia, no pueden quedarse de brazos cruzados, como simple observadores de un continuo y endémico deterioro del servicio, esperando el colapso definitivo de la institución. Deben actuar, no sólo quejándose de la situación sino ofreciendo alternativas tácticas o estratégicas que solucionen la situación presentada, si es de manera definitiva mejor. Esas alternativas pueden ser tradicionales o novedosas dentro de la sociedad venezolana o tener base de aplicación en otras latitudes en el ámbito internacional, con resultados comprobados. Todo es bienvenido y la sociedad lo agradecerá tarde o temprano.

Entonces, alternativas como asociaciones estratégicas, fusiones parciales, privatizaciones parciales, privatizaciones totales, empresas mixtas, fundaciones, cogestión, entre otras, se asoman con factibilidad de ser puestas en práctica, previo estudio, por supuesto, de sus ventajas y desventajas. Estudios, con cierto rigor estadístico, son importantes realizar, para obtener un mejor y más amplio conocimiento de la situación en particular presentada en cada Institución de salud. Los resultados que se obtengan de estas investigaciones serán de gran ayuda para las Instituciones, la población, el gobierno, y en general la sociedad como un todo.

 

 

 

 

 

 

1. RODAN, Luis. Editorial Revista Gerente, No. 104, Caracas, Venezuela, septiembre de 1995, p. 6.