¿QUIEN SOY YO?


Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)


Hace una semana mi compadre Temosticles me sorprende al decirme: - Compadre, ahora si es verdad que estoy fregado. Resulta que por culpa del Presidente y de su seguidores, estoy en el limbo, no se quien soy, no se si existo.

- ¿No entiendo eso compadre? Le dije extrañado.

- !Muy facilito compadre. Acontece que el Presidente en sus diversos discursos siempre habla de que el pueblo que me apoya, que me quiere, es el soberano. Y Ud. sabe mi compadre que yo no pertenezco a determinado partido, nunca he estado o tomado partido o apoyado a Presidente alguno en concreto y mucho menos a este. Entonces no soy pueblo, no pertenezco al pueblo, por lo tanto no soy, o, mejor dicho pertenezco al soberano. Y si mi duda es correcta, entonces, ¿a quien pertenezco?. Asimismo, siempre señala, en sus largas peroratas, que los otros, o sea el no pueblo (????) son una cuerdas de corruptos moribundos, que deben estar presos. Entonces me pregunto ¿soy yo: no pueblo?, ¿soy yo corrupto solamente porque no estoy con el partido del Presidente, porque no lo apoyo o porque no lo quiero?. Esto realmente me tiene preocupado, termina diciendo mi compadre temistocles.

- Compadre, pero eso no puede ser, es simplemente un discurso, una forma de hablar, un estilo, que tiene Presidente. - Le dije para consolarlo, pero en verdad su razonamiento no dejaba de tener fundamento y creo que mi compadre se dio cuenta de ello.

Me dijo a rajatabla: - No se haga el loco mi compadre, pues Ud. cae en la misma caja. Usted tampoco, de acuerdo con el Presidente, es pueblo, Ud. tampoco es soberano, pero yo se que Ud. tampoco es ni corrupto, ni pertenece a partido alguno, entonces ¿Quien es Ud.? ¿Quien soy yo?. Este problema existencial me tiene francamente preocupando. Tendremos que hacer un Taller con el Prof. De Pool, quien tiene uno que trata este problema.
- Okey, me voy, nos vemos en el Club. – Se despidió mi compadre.

A partir de este encuentro estuve reflexionando si en realidad mi compadre estaba en la razón o no. Mis conclusiones fueron:
a) Se trata un error de discurso, de concepto, de estilo propio o aconsejado para manipular. El pueblo, se quiera o no, somos todos: adecos, copeyanos, masistas, independientes, intelectuales, ricos, pobres, blancos, negros, cristianos, ateos, militares, civiles, nacionales y extranjeros, nacionalizados o residentes, que habitamos Venezuela, independientemente del oficio, estudios, credo, entre otros b) Al expresar muy locuazmente que el pueblo me apoya, es otro error pues si el pueblo somos todos, eso significa que todos, el 100% (aunque sus aliados incondicionales del CNE, del gobierno, pudieran indicar mas del 100%, lo cual es falso de toda falsedad, como dicen los abogados) de los habitantes lo apoyan y eso se sabe que no es cierto, ni en Venezuela ni en otra cualquiera Sociedad (inclusive con fuerte dictadura). La forma correcta de hablar es: un alto porcentaje del pueblo me apoya, o la mayor parte del pueblo me apoya.
Así que, concluyendo, a diferencia de lo que piensa mi compadre, yo si se quien soy y estoy claro, y un decir mal realizado no me va a preocupar. Yo soy pueblo y no apoyo ni estoy de acuerdo con mucho (la mayor parte) de lo programado por el nuevo gobierno: referendos (con gastos multimillonarios), constituyentes obligadas (igualmente con gastos millonarios, sin necesidad alguna), impuestos en una etapa de recesiva de la economia, militarizando las Instituciones Gubernamentales, amenazas de las Instituciones, entre otras.

- Claro, comprendo que muchos se preocupen de esta rara manera de dividir a los habitantes de Venezuela en pueblo y no pueblo, pero ello no debe ser motivo de alarma o problema existencial. Sigamos adelante, colocando nuestro grano de arena para que Venezuela, como un todo, salga de estos grandes problemas y dificultades en la que se encuentra (en la que la han metido los creadores del Socialismo del siglo XXI), a pesar de lo nublado que se ve el panorama y dificultad de salir del atolladero. Colaboremos, de manera tranquila y ciudadana, a que el pueblo (o sea todos los venezolanos) salgamos favorecidos y podamos vivir en paz, tranquilidad, con calidad de vida, sin temor y unidos en familia.