INFLUENCIA DEL NIVEL DE PRODUCTIVIDAD DEL RECURSO HUMANO EN LA MODERNIZACION DE LA ADMINISTRACION PUBLICA EN EL CASO ESPECIFICO DE VENEZUELA

Por Lic. María C. Sánchez y Lic. Jorge Machado

En el caso venezolano tenemos la necesidad de construir una administración adecuada al momento que vive el país, con gerencia y estrategias que permitan mayor eficiencia y eficacia en la realización de sus objetivos. La adaptación de las diferentes entidades administrativas del Estado al proceso de globalización constituye una meta a la imaginación, que en este momento en Venezuela tiene un núcleo central de discusión en la modernización de la Administración Pública.

Este es uno de los grandes retos del Estado venezolano; la visión de la Administración Pública ha estado signada por una concepción que hoy se revela disfuncional, excesivamente orientada por el logro y el cumplimiento de procesos, más que por objetivos, por la presencia de una normativa jurídica intrincada, compleja, paralizante, que en lugar de resolver los problemas los dificulta. Como ejemplo de ello tenemos el caso de la lucha contra la corrupción. Todos sabemos que la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público no ha sido un instrumento eficaz en la lucha contra la corrupción porque no se trata de un problema puramente de racionalidad jurídica, sino de una racionalidad administrativa y una racionalidad de orden cultural. Son problemas muchos más complejos de abordar y de resolver; debido a que los retos de la Administración están vinculados con temas como la despartidización, la creación de una gerencia pública adecuada a las nuevas realidades y los déficits de coordinación interministerial que tanto dificultan la formulación y ejecución de las políticas públicas en el Estado Venezolano.

En la actualidad, se ha realizado una reestructuración en la Administración Pública Nacional, a través de una recomposición ministerial dirigida a eliminar o fundir ministerios y altas entidades de la Administración Central, lo cual puede lograr una funcionalidad en el contenido de las tareas para los cuales fueron creados. Al respecto, no es totalmente acertada una disminución en la estructura de la Administración Pública; en relación con el tamaño del Estado, solemos hablar de su hipertrofia, pero ¿realmente alguien se ha preocupado en medir su tamaño, para afirmar que es muy grande y que por lo tanto hay que achicarlo?. Se puede decir, según información tomada en publicación de la revista de Ciencias Tributarias, que es al revés, el Estado venezolano no es grande en comparación a otros. Esta afirmación la sustenta en los siguientes datos:

Se dice que hay muchos funcionarios públicos en Venezuela, pero si se divide el número de habitantes entre el de empleados públicos que son aproximadamente 1 .300.000 tenemos que un funcionario público cubre a 15,2 ciudadanos, en Bélgica es de 1 a 12, en Alemania es de 1 a 10,7, y en Norteamérica la relación es mayor. Si tomamos ese indicador de eficiencia o de tamaño del Estado, el Estado venezolano es pequeño, el problema es su mala distribución. Faltan profesores, fiscales de tránsito, médicos; sobran funcionarios administrativos, en los ministerios, en las gobernaciones, en los municipios, pero también falta personal sustantivo que igualmente son funcionarios públicos.

El manejo del recurso humano implícito juega un papel preponderante en la modernización de la Administración Pública, es por ello, que nos encontramos frente a la disertación entre la disminución del recurso humano aunado a la modernización tecnológica, el aumento del mismo según el crecimiento natural del Estado, la redistribución y/o la capacitación y concientización de los funcionarios públicos en virtud de la productividad esperada.

Uno de los desafíos que se considera de mayor importancia es precisamente atender el problema de la gerencia, profesionalizándola en el sentido de crear mecanismos para retener, mantener y desarrollar a quienes dirigen la cosa pública. Es necesario la creación de un instrumento de alta gerencia pública para cubrir las necesidades formativas de capacitación, reciclaje y adiestramiento de quienes gerencian a la Administración Pública. Adicionalmente, se requiere de una política de modernización que se encarne en la gente, en su sentir, y que aprecie como un gran valor cultural la participación política y administrativa. El problema de cultura debe revelarse fundamentalmente a través de dos grandes objetivos planteados para la modernización de la Administración Pública, que es la funcionalidad en el cumplimiento de los cometidos a llevar adelante por la nueva concepción de la administración y el logro de los resultados más óptimos, en pro del bienestar de la comunidad y de integración al proceso de globalización.

La participación del funcionario en los procesos de cambio debe ser controlada, a la luz de dar cumplimiento y obtener buenos resultados de la modernización de la Administración Pública. Dejar los procesos de cambio entregados a los intereses de la burocracia implica que el Estado mas bien se va a desrracionalizar. Asimismo, en un proceso de transformación, sustentado en la participación del funcionario, las organizaciones pueden desvirtuarse, crecer más, el gasto se puede hacer más ineficiente, en parte por las debilidades de la conducción.

Consideramos que el exceso de burocracia que existe hoy en día es una de las principales causas de la ineficiencia de la misma, mas sin embargo no debemos culpar de todos los problemas al personal de la Administración Pública ya que existen otras razones del por qué la Administración Pública venezolana no ofrece los resultados que el país espera.

Si bien es cierto que el exceso de burocracia ha sido una de las principales razones del estancamiento de nuestra Administración Pública, también debemos considerar que el recurso humano que en ella labora no ha obtenido el suficiente entrenamiento para ofrecernos un mejor servicio, y mejores resultados al país.

Para un proceso exitoso de modernización es esencial la preparación de un recurso humano eficiente ya que esto garantizaría la eficiencia de los procesos que se lleven a cabo. De nada serviría lograr la modernización tecnológica de nuestra administración

pública, cuando no se cuenta con un personal capacitado que pueda sacar provecho de toda esa tecnología, y el resultado sería gran inversión en equipos pero con una capacidad ociosa excesiva. Es por esto que consideramos esencial la preparación del recurso humano que labore en la administración pública, ya que esto representaría una clave principal en el proceso de modernización de la Administración Pública ya que aumentaría la productividad en todos los procesos y crearía un ambiente de confianza en todos los ámbitos de nuestra Administración Pública

La participación ciudadana es considerada por algunos como un elemento que puede contribuir a la modernización de la Administración Pública. Si embargo, hemos visto que la misma se ha mediatizado, se ha transformado en una vía, para incorporar intereses parciales en la agenda de problemas gubernamentales. En definitiva la participación suele ser una plataforma sobre la cual se sustentan intereses parciales y particulares, sin darle la connotación del valor en sí.

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