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Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)
Debido a la difícil situación económica, política y social del país, con
un desempleo que al descubierto puede llegar al 45% o más, sin considerar el
subempleo, prostitución abierta o disfrazada, buhonerismo, raterismo, chavismo
(que es casi lo mismo) y todos los ismos que Ud. quiera ponerle, y pare Ud. de
contar; mi compadre Temístocles no ha escapado de esa crisis, y a pesar de que
él mismo vaticinó todo esto ( Ver EL HERCOLUBUS VENEZOLANO), y también a pesar
de su preparación como Ingeniero y Contador no le ha servido para conseguir
empleo fijo, ha tenido que desempeñarse en diversos trabajitos y ocupaciones,
en otras palabras “matando tigres” para poder sobrevivir y cumplir con sus
obligaciones del exhogar con mi comadre Tremembuna después del problema con su
secretaria (Ver POR CULPA DE LA SECRETARIA) y los nuevos hogares transitorios
(recuerden que según el Presidente se está aún en transitoriedad), aparte de
sus canitas al aire que de vez en cuando mi compadre disfruta, ya repuesto un
poco del ratón moral que le dejó el problema con el engaño de fue objeto (vER POR CULPA DEl MAQUILLAJE).
Así entonces, tomándole la palabra a nuestro querido y odiado Presidente
de que todos los venezolanos y extranjeros que habitan este país de la
robolución, deben ser inventivo o creativos, como por ejemplo tener una cría de
pollos y/o un pequeño huerto de hortalizas en los techos de los ranchos y
casas, con lo cual se solucionaría el problema de la alimentación sobre todo de
la población más pobre del país ( y así ál poder seguir sacrificándose en sus
viajes en el avioncito nuevo), entonces ni corto ni perezoso, después de haber
asistido a unas dos sesiones de clase (a las que llegó tarde y todo enrratonado)
de unos Talleres sobre Formación de Microempresarios a los cuales lo invité, y
además recordando parte de lo aprendido en el curso por correspondencia de
electrónica para demostrar que aún puede mi
compadre Temistocles, constituido ahora en inventor, en su cuarto de habitación
que tiene en su exilio forzado en mi casa, colocó el último tornillo en su
complicado artefacto que estaba construyendo y lleno de júbilo y alegría gritó:
¡Eureka!, por lo que nuestro servicio que por casualidad se llama Eureka vino a
ver que estaba pasando y dijo:
¿Me
llamaba usted, Sr. Temístocles?
-
No,
Eureka, pero ya que estás aquí por favor pláncheme una camisa bien limpia y mi
único traje gris, pues salgo corriendo para Miraflores y para la Oficina de
Patentes e Inventos del Ministerio de la Ciencia y la Tecnología, pues he
inventado la maravilla del siglo, la que revolucionará a Venezuela y al mundo,
ahora si ganaremos millones.
-
Lo
felicito Sr. Temístocles y ojalá sea cierto para ver si puede apartar de allí
los 5.000 Bs. que me debe y también pagarle los 50.000 Bs. que le debe al
Colombiano tendero de la chozita de víveres de la equina, quien ya ha venido
como 6 veces y la últimas vez dijo que si no le paga llamará a la Policía.
-
Dígale
a ese usurero que le pagaré con creces pues mi invento producirá chorro de
divisas y yo pasaré a la historia. Ahora por favor le agradezco haga lo que le
he pedido ya que no puedo perder un minuto más en beneficio de este país por
las condiciones en las que se encuentra.
Eureka salió no muy convencida, y además sospechando que era
alguna otra treta para que le prestara dinero para el pasaje o para echarse una
catirita regional o una morenaza polar. Ya había pasado por esto antes con unos
10 inventos previos que nunca dieron resultado. En la habitación quedó mi
compadre radiante de felicidad, ensayando un joropo llanero por si acaso cuando
estuviera frente al Presidente a este se le ocurriera lo acompañará a cantar.
Mi compadre llegó a
la Oficina de Patentes, donde habían acordado recibirlo el propio Presidente de
la Republica y el Director de Patentes, quienes en verdad habían sido, vía
E-mail, extrañamente interesados por mi compadre. Después de unos 30 minutos de
hacerlo esperar, sin embargo y para no perder la costumbre, la Secretaria del
Director (que por cierto está como ella quiere y por poco hace olvidar a mi
compadre a que había ido allí), lo hizo pasar al Despacho donde fue recibido
muy efusivamente con abrazos y palmaditas en la espalda.
-
¡Hola,
nuestro querido inventor Temistocles, o mejor sería llamarlo Arquímedes!, -
saludaron casi al unísono ambos, con cierta sorna.- ¿Dónde está ese famoso
invento que revolucionará al país? Estamos ansiosos de verlo.
-
Gracias,
gracias, tómenlo con calma que no se arrepentirán y mucho menos el País, al
contrario, me lo agradecerán.
-
¡Caray!.
¿Acaso se trata por ventura de algún aparato para encontrar más petróleo, para
encontrar uranio o para encontrar estacionamiento en el centro de Caracas?.
-
No,
los usuarios de mi invento no necesitarán de esas bagatelas. Es mucho mejor.
-
¿Acaso
has descubierto algún artefacto para controlar a las televisoras adversas y sus
pavosos Periodistas y anuncios?, - preguntó el Presidente.-
-
Algo
mejor, - volvió a contestar mi compadre.-
-
¿Será
acaso un artificio para conseguir pareja o para deshacerse de la ya conseguida?
O ¿para ahuyentar a los cobradores? ¿o para evitar los cacerolazos de los
escuálidos?, volvió a preguntar el Presidente quien se encontraba cada vez más
turbado.
Mi compadre temístocles, con aire de suficiencia, siempre
sonriendo, movió la cabeza de un lado a otro, significando que no era así.
Entonces, con cierta pedantería, colocó cuidadosamente su artefacto sobre el escritorio
del Director, frente tanto al Presidente como al Director, y le quitó la
envoltura de plástico que lo cubría.
- Nada de todo eso que Uds.
creen. Mi nuevo invento, que repito revolucionará a Venezuela y al mundo, es
simple y sencillamente un aparato para hacerse invisible o para hacer invisible
a las personas y objetos que nos rodean, para cualquier fin u objetivo
ortodoxo, legal o nó.
-
¡Atiza!.
- Exclamaron igualmente al unísono tanto el Sr. Presidente como su jaleti
Director de Patentes.- ¡Eso si que es
asombroso y fenomenal, pero como dijo Santo Tomas: ver para creer, queremos una
demostración para ver si funciona!.
-
Claro
que funciona. Ya me lo imagino a Ud. haciéndose invisible para evitar los
cacerolazos, o para que no lo vea su costilla que está con la otra costilla, o
para desatenderse de las quejas y reclamos del soberano, ya no necesitará más
irse de viaje y dejar encargado al VicePresidente, quien le puede quitar el
“coroto”, pues “por más que se tongonea siempre se le ve el bojote”, como Ud. mismo
lo dice Sr. Presidente.
-
¡Rápido!,
quiero una prueba.
-
Como
no Sr. Presidente, sus deseos son órdenes. Observen bien como funciona.
Entonces, mi compadre, en un
arrebato de emoción inventiva apretó el botón de encendido de su aparato que
estaba frente justo del Presidente y del Director, y después de oírse un cierto
silbido y chasquido, ambos desaparecieron, incluyendo al escritorio, la silla y
la papelería que estaba sobre el mismo, e incluso el aparato.
-
¡Ven
Uds. mis estimados compatriotas!, ¡ven como si funciona!.
-
¡Perfecto!,
- dijo el Sr. Presidente!.
-
¡Perfecto!,
- lo apoyó el Sr. Director jaleti, quien como buen robolucionario nunca
contradecía a su Sr. Presidente para que no fuera armar un berrinche de padre y
señor mío.-
-
Les
dije que era una maravilla, que se encontrarían altamente satisfechos y el
pueblo venezolano será muy feliz.
-
Okey,
-dijeron ambos y realizaron la pregunta lógica-
-
¿Y ahora cómo se hace para volver a hacernos
visibles?
Por lo que mi compadre ahora si un poco turbado, o mejor dicho "mas
turbado" que antes, pero sin perder la calma, como siempre ha sucedido en los
diferentes problemas en los que se ha metido, les contestó:
-
Ahí
es donde radica el problema, mis queridos hermanos, compatriotas, eso es lo
único que aún me falta por terminar de este invento, todavía no se como se
vuelven a hacer visibles las personas y las cosas. Espero terminarlo pronto.
Más desgraciadamente, o mejor dicho agraciadamente para muchos, ya no lo pudo inventar, pues el Director de la Oficina de Patentes, quien también había estado en unos cursos con los Círculos Violentos, haciendo uso de sus conocimientos aprendidos y para ganar puntos con su invisible jefe comandante, como pudo tomó el también invisible aparato y acercándose sin poder ser visto por mi compadre se lo estrelló en la cabeza haciéndolo tortilla y mandando a mi querido compadre a pasar 15 días en la Unidad de Cuidados Intensivos de una Clínica privada, dejando acéfalas a la Oficina de Patentes y a la Presidencia de la República, teniéndose que convocar a elecciones por los miembros de la OEA (Oligarcas, Escuálidos y Afligidos), que al fin y al cabo era lo que querían, ¿O nó?.
Dicen las malas y las buenas lenguas que jamás de los jamases nadie
volvió a ver a estos dos funcionarios de la robolución, y sólo escuchaban sus
voces pero nadie les creía pues desde hace mucho tiempo ya habían perdido su
credibilidad, creyendo además de que se
trataban de dos ánimas en pena por el mucho mal que hicieron a nuestro querido
país.
Asimismo, a pesar de que mi compadre no pudo cobrar ese chorro de
millones de dólares, pues no pudo demostrar su invento, y siguió martillando a
Eureka y al colombiano del abasto, se observó desde entonces que el dólar bajó,
que el costo de la vida bajó, que el desempleo bajó, que regresaron los muchos
exilados de Miami (¡que palabrita!), que desaparecieron los famosos Círculos
Violentos. En fin, que todo terminó como terminan todas las novelas: TODO MUNDO
FELIZ.
OJO: Todo esto no es sino fruto de la
imaginación del autor, por lo que cualquier coincidencia con la realidad es
pura coincidencia. Pero quienes lo han leído no han cesado de exclamar ¡OJALA
FUERA CIERTO!.