EL BOMBERO BILLY


Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)


Esto me fue enviado por E-mail y al parecerme importante para reflexionar, deseo compartirlo con Uds.



Esto es realmente triste, y es por eso que se debe siempre agradecer a Dios, por la salud de tus hijos.

La madre de 26 años esdtaba absorta mirando a su hijo que se encontraba hospitalizado, muriendo de leucemia terminal.

Aunque estaba agobiada por la tristeza, ella presentaba un fuerte sentido de hacer lo posible o imposible para que su hijo viviera lo mejor sus poco tiempo que le quedaba de acuerdo con lo dicho por los Doctores.

Como cualquier padre y madre, ella deseaba que su hijo creciera y realizara todos sus sueños. Pero ahora eso no era posible para su hijo.

La leucemia no se lo iba a permitir. Pero aun con esto, ella deseaba que los sueños de su hijo se realizaran. Por eso tomando la mano de su hijo y le hizo la siguiente pregunta:

- Billy, ¿alguna vez pensaste en lo que deseabas ser cuando crecieras?, ¿Soñaste alguna vez y pensaste en lo que ibas a realizar con tu vida?.

- Mami, siempre quise ser un bombero cuando creciera.

La madre sonriendo dijo:

- Veamos si podemos hacer realidad tu sueño.

Ese tarde ella hizo una visita a la Estación de Bomberos de Phoenix, Arizona.

En ese lugar pudo conocer al bombero Bob, un hombre con una bondad tan grande como Phoenix.

Ella, aparte de contarle el estado en el que se encontraba su hijo, le dijo sobre el deseo que esa mañana el estuvo contando sobre lo que deseaba ser cuando creciera, aprovechando preguntarles si era posible darle a su hijo, de seis años, un paseo alrededor de la cuadra en uno de los camiones del cuerpo de bomberos.

El bombero Bob dijo:

- Mire, podemos hacer algo mejor que eso. Tenga a su hijo listo mañana martes a las 7:00 a.m. en punto y lo haremos un Bombero Honorario durante todo el martes. El puede venir con nosotros a la Central de Bomberos, comer con nosotros, salir con nosotros cuando recibamos llamadas de incendios, por todo lo ancho.

- Gracias Bob y a todos los compañeros.

Bob le respondió:

- Y si usted nos informa sus medidas, le conseguiremos un verdadero uniforme de bombero, con un sombrero verdadero que lleve el emblema del Cuerpo de Bomberos de Phoenix, no uno de juguete, sino el emblema amarillo que nosotros llevamos y sus botas de hule. Todo eso es hecho en Phoenix, por lo que se nos facilita conseguirlo muy pronto.

Cumpliendo lo prometidos, el martes a las 7:00 a.m. el bombero Bob estaba recogiendo a Billy, le puso su uniforme de bombero y lo condujo desde la cama del hospital hasta la unidad bomberil que le asignaron.

Billy tuvo que sentarse en la parte de trasera y ayudar a conducirlo de regreso hasta el local del Cuerpo de Bomberos. El estaba como en el cielo. Hubo tres llamadas en Phoenix ese tarde y Billy tuvo que salir en las tres llamadas. Lo hizo en tres camiones diferentes. Asimismo estuvo embarcado en el auto especial de servicios de salud y en el carro del Jefe de Bomberos. Al final de la tarde le tomaron videos para las noticias locales de la T.V.

Habiendo hecho realidad su sueño y con todo el amor y las atenciones que le fueron dadas, Billy fue tocado tan profundamente, logrando vivir tres meses mas de lo que cualquier Doctor pensaba era posible.

Una noche todas sus signos vitales comenzaron a decaer muy fuerte y el Jefe de Enfermeros, que era creyente del concepto hospicial que nadie debe morir solo, hizo llamar a los miembros de la familia para que vinieran al hospital. Luego, recordando el momento en que Billy estuvo como si fuera un bombero, hizo los contactos con el Jefe del Cuerpo Bombrero, preguntando si era posible que enviara a un bombero uniformado al hospital para que estuviera con Billy mientras entregaba su alma.

El Jefe le dijo:

- Haremos algo mejor. Estaremos en ese hospital en cinco minutos. ¿me puede hacer un favor?. Cuando oigan las sirenas sonando y las luces centelleando, ¿puede anunciar por los altoparlantes que no hay ningún incendio? Sino que es el Departamento de Bomberos que va a ver a uno de sus mas finos miembros, una vez mas? Y otro favor, ¿puede abrir la ventana de su cuarto?

Como seis minutos mas tarde, un gancho y la escalera del carro bombero, llegaron al hospital, y se extendieron hasta el tercer piso donde estaba la ventana abierta del cuarto de Billy y 16 bomberos subieron por ella y entraron al cuarto. Con el permiso de su madre, cada uno de ellos lo abrazaron y lo arrullaban y le manifestaban cuanto lo amaban.

Con su aliento agonizante, Billy, mirando al Jefe de los Bomberos, dijo lo mas fuerte que su vocecita pudo:

- JEFE, ¿SOY VERDADERAMENTE UN BOMBERO AHORA?

El Jefe le dijo con voz de mando pero muy tiernamente:

- SI, BILLY, LO ERES.

Al oir esas palabras, Billy sonriendo, y cerrando sus ojitos, finalmente entregaba su alma al Creador y se iba a la morada eterna.

Su madre, estuvo muy contenta de haber colaborado, junto con Bob y todo el otro personal, para que su hijo, a pesar de esta letal enfermedad, pudiera saborear su sueño de lo que deseaba ser cuando creciera y que de una u otra forma tuviera una despedida tranquila.