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(Articulo de opinion) Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF) Desde hace varios meses se observa una anarquía total
en la forma de conducir los vehículos en la ciudad de Maracaibo,
comparativamente con lo que ocurre en algunas otras ciudades del país,
incluyendo a la capital: Caracas, con su alta población humana y
vehícular.LA CONDUCCION DE VEHICULOS EN MARACAIBO
Pues bien, aquí el comportamiento anárquico, en lo que
se refiere a la conducción de vehículos, es puesto de manifiesto
por personas de diferente edad, sexo, nacionalidad, color, raza, estado
civil, oficio, profesión, cargo, status social, etc. etc. etc.,
Por lo que es común ver violando las más elementales disposiciones
legales a una cualquiera de las personas ubicadas en los anteriores criterios.
Así, se pasan los semáforos cuando están en luz roja;
estacionan donde dice "prohibido estacionar"; dan la vuelta en forma de
U donde está explícitamente prohibido, inclusive en los semáforos;
se adelantan por la derecha; conducen a velocidad fuera de la legalmente
permitida en las calles o avenidas; llevan más personas de las que
normalmente soporta el vehículo; se pasan de un canal a otro sin
colocar la luz de cruce; en fin, un sinnúmero de irregularidades
que ocasionan problemas reales o potenciales, muchas veces costosas en
términos de recursos materiales y humanos, con deterioro parcial
o total de los vehículos y, lo más lamentable, con pérdida
de vidas humanas.
Por otra parte, muchas de esas personas que están manejando y
cometiendo esas irregularidades de hecho, también son infractoras
de derecho, por cuanto muchas de ellas no poseen la edad mínima
requerida para hacerlo (irresponsablemente los padres son cómplices
de esta irregularidad); otras no poseen el certificado médico por
no poderlo obtener debido a que tienen problemas de visión, desde
ceguera hasta daltonismo, y/o de audición; otros son analfabetos,
otros son parcialmente impedidos: les falta un brazo, o una mano, o una
pierna, todo lo cual los convierte en un peligro potencial para los demás
conductores. ¿Quién sabe cuántos accidentes tienen
como causa una de estas irregularidades?. Eso sin contar, la influencia
alcohólica, la que en una persona normal ya es peligrosa, ahora
súmela a una persona con las características antes señaladas.
Es una bomba de tiempo.
La pregunta que se hace es ¿Y dónde están los fiscales
de tránsito para controlar esto?., ya que son ellos quienes tienen
la responsabilidad de velar Por el cumplimiento de las disposiciones legales
concernientes a esta materia. En verdad, si hay Fiscales de Tránsito,
pero no en cantidad ni en calidad suficiente para ejercer un adecuado control.
Los pocos que se observan en la ciudad, la mayor parte de las veces se
"hacen la vista gorda" ante tal cúmulo de irregularidades cometidas
por los conductores, actuando generalmente por casualidad o cuando son
llamados al ocurrir un accidente. Total, éllos no es mucho lo que
pueden hacer, aunque debe tratarse de que lo hagan.
La verdadera solución ante este gran problema está en
cada uno de nosotros como conductores, como padres, como ciudadanos. Tengamos
la suficiente conciencia para evitar incurrir en cualquiera de las irregularidades
antes mencionadas (y las no mencionadas también). Manejemos cumpliendo
con las más elementales normas de hecho y de derecho y así
se evitan inconvenientes tales como: choques con otros vehículos
deteriorando estos y ocasionando heridas o muertes a sus ocupantes; peleas
verbales o físicas con otros conductores; subidas de tensiones o
hasta infartos; detención del vehículo o de la persona; mala
imagen ante las demás personas o la sociedad.
Cuando todos colaboremos en este sentido, poniendo en práctica
un comportamiento positivo, racional, en la conducción de nuestros
vehículos, estaremos entonces colaborando con una mejor ciudad,
con un mejor país. Todos saldremos beneficiados y esto será
recompensado de diferentes maneras.
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