POR CULPA DEL PARTIDO Y LA BOLIVARIANA


Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)


En realidad siempre al venezolano se le ha indilgado su alta característica de tener viveza criolla, comparativamente con los habitantes de otros países, vecinos o lejanos. Sin embargo, esta se ha visto aumentada en los dos últimos años, quizás como consecuencia de la situación económica difícil del país, catalogada de recesión con inflación, con síntomas de irse a depresión, lo que hace que las fuerzas naturales del mercado se pongan en práctica, pero no en sus mejores comportamientos y procederes sino en el aumento de la viveza criolla para salir de ese atolladero, o quizás por tener un gran ejemplo en el propio Presidente y sus acólitos, quienes en los diversos hemorrágicos procesos electorales puestos en práctica desde que tomaron el gobierno de la revolución involutiva, con sus famosos quinos, entubamientos, etc. han mostrado saber mucho de esto y les ha dado "por ahora" buenos resultados, por lo menos para los que ellos quieren, no para el paìs.

Mi compadre Temistocles no se ha quedado atrás en este aprendizaje autodidacta o imitador de malos ejemplos y si no juzguen Uds. mismos de acuerdo con lo que a continuación les cuento.

Resulta y acontece que mi compadre Temistocles con todo este lío de las diversas elecciones del "gobierno revolucionario del cambio" ha empezado a faltarle a mi comadre en eso del cumplimiento de sus deberes conyugales, no tanto en lo que se refiere al pago de los servicios diversos de luz, agua, teléfono, etc.etc., ni tampoco en los alimentos, pues en descargo de mi compadre, por el contrario mas bien se ha vuelto puntualísimo en esto. A lo que me refiero es al cumplimiento en el lecho conyugal, pues si es verdad que desde el problema (POR CULPA DE LA SECRETARIA), cuando mi comadre Tremembuna lo botó de su casa y tuvo que exilarse forzosamente en mi hogar, donde después las cosas se agravaron en el caso de (POR CULPA DE SAN NICOLAS), mis compadres habían fumado la pipa de la paz y se habían reconciliado a regañadientes de la suegra, al fin y al cabo estaban otra vez juntos, mi compadre con su cincuempausia y mi comadre con sus ochenta y cinco kilos de peso.

Esto lo supe por casualidad cuando mi comadre, en una conversación telefónica que tuvimos, me manifestó algo al respecto, pero concluyendo que lo perdonaba pues ella sabia que era por culpa de estar involucrado en ese cambio revolucionario lo cual lo dejaba agotado y esto le hacia difícil su fiel cumplimiento. ¡Que todo fuera por el partido y la bolivariana!.

Como no le entendía muy bien, mi comadre pasó a explicarme. En la noche o en la madrugada, cuando mi compadre llegaba a su casa y ya en su lecho mi comadre trataba de hacerle un cariñitos, mi compadre Temistocles siempre le manifestaba que lo dejara tranquilo, que no estaba para eso, que estaba muy cansado, que el venia de la casa del partido y la bolivariana lo había dejado agotado, por lo que Tremembuna comprendía y retiraba sus requerimientos, mas bien compadeciéndolo y hasta trayéndole alguna "tomita" para que recuperara energías.
Esto se repetía casi igual noche tras noche, con algunas variantes en la escusa de mi compadre, donde por ejemplo alguna veces con voz de político decía: "déjame quieto que estoy muy agotado, ya que hoy en la casa del partido tuve que hacer un gran esfuerzo para poder levantar al decaído miembro y asi sembrarlo en el centro de la bolivariana para satisfacer sus soberanas peticiones que cada vez se hacen mas revolucionarias debido a su constitución perfectamente moldeada", palabras que hacen llorar de emoción a mi comadre por el gran esfuerzo que está realizando Temistocles.
Otro día dice "Tremebuna esta noche no puedo ya que la Bolivariana extrajo todas mis energías en un arrebato que allí mismo en el balcón del pueblo tuve que satisfacer con un miembro poco colaborador que no quería erguirse ante tan deslumbrante hacienda particular y las dos hermosas razones que llevan al éxtasis a cualquier soberano. Si no hubiera sido por el partido que en el momento mas apremiante me ayudó a remontar tan peliagudo triángulo, no se que hubiera pasado". Tremebuna comprendía y con los ojos húmedos de emoción lo dejaba tranquilo y ella se quedaba mirando lejos en cuanto a la satisfacción de sus deseos, pero pensaba no importa, ¡que todo sea por el partido y la bolivariana!.

Así pasaron casi 5 largos meses y si no hubiera sido por esto del megadesastre la cosa como que hubiera seguido, todo en beneficio de mi compadre, que cada vez le ponía más emoción discursiva a sus excusas Una de las últimas, ante los requerimientos de mi comadre, fue la siguiente: "Con todo gusto te complacería mi amor, pero tienes que comprenderme, pues hoy tuve que complacer tres veces seguidas a la bolivariana en la casa del partido, para poder llevarla al éxtasis patriótico, a pesar del mal comportamiento del miembro y poniendo todos los recursos y artimañas que el partido me suministró, considerando los apremiantes requerimientos del cuerpo de la bolivariana para poder llegar al final después de repasar de arriba abajo articulo por articulo y asi obtener una soberana complacencia".

Todos estas escusas, tanto a mi comadre como a mi, nos parecieron lógicas, pues en realidad, tratándose de elecciones, quienes se involucran altamente en estos aspectos, ya está demostrado, por estudios serios, que hasta abandonan sus deberes conyugales.

Sin embargo, a mi si me sonó algo raro, pues conociendo como conozco a mi compadre Temistocles, nunca supe que fuera tan fanático de algún partido, por el contrario él siempre había sido apolítico, escéptico y hasta cínico, en lo que respecta a política. De todas formas no le manifesté nada a mi comadre, dada su emoción con que me lo contaba.

Ahora bien el problema surgió, como ya dijimos por la dichosa suspensión de elecciones. Pues resulta que debido a esto mi comadre quizo personalmente ver trabajar a su esposo en la propia casa del partido y nada más y nada menos que con la bolivariana. Así, la misma mañana del 29 de mayo, Tremebuna se puso sus mejores galas y dirigió sus pasos, con algunas referencias que tenía de la dirección, hacia la casa del partido. Cuando llegó a dicha dirección, mi comadre creyó estar equivocada pues por ahí no había alguna casa que tuviera características de ser de algún partido político, ya que no estaba llena de afiches o pintada con los colores pertinentes, como normalmente sucede. Sin embargo, cuando preguntó por la casa del partido a una persona que pasaba, sin mucho dudar le señaló una determinada casa, algo pequeña para lo que ella esperaba, pero quizás eso se debía a la austeridad de la que Temisctocles hablaba. Al tocar el timbre de la casa, que extrañamente, según ella, estaba cerrada, le vino a abrir un hombrecillo todo enclenque y torcido, además algo afeminado, quien, ante la pregunta de Tremebuna

- ¿Aquí es la casa del partido?,

le contestó: - Siiiii, esta es la casa, pase adelante y tome asiento.

Tremebuna entró y se sentó y además preguntó:

- ¿Y está Temistocles?.

El hombrecillo le respondió: - Siiii, está con la bolivariana y ya debe estar por terminar pues tiene como media hora con eso.

Hasta este momento, a pesar de que algo raro flotaba en el ambiente pues no era lo que Tremembuna esperaba, todo lo demás parecía completamente normal. Temistocles seguía trabajando con la bolivariana. ¡pobrecito!. Lo esperaría para darle una sorpresa. ¡Y tamaña sorpresa!.

La cosa se aclaró, o mejor dicho se complicó para mi compadre, cuando sin saber que Tremembuna lo esperaba, apareció mi compadre con un bombón de padre y señor nuestro, medidas 95, 58, 97, 1,80 de estatura, ojos verdes, morena, colgada del brazo. La sorpresa fue mutua, por poco no hay dos infartados, uno de ira (Tremenbuna) y el otro, de terror (mi compadre).

Ante la pregunta casi gritado de mi comadre

- ¿Quién es esta mujer?,

no fue Temistocles quien contestó, pues estaba sin habla, sino la mujer quien dijo

- Ah, mucho gusto señora, soy Alice, pero me dicen la bolivariana, pues según la malas lenguas me violaron antes de nacer y me han seguido violando, como a la Constituciòn Bolivariana, y vivo aquí en la casa de mi amigo Toñito, a quien cariñosamente, tanto por su condición física, después del accidente, como su condición sexual, le decimos "el partido".

Y ahí fue donde ardió Troya, mejor dicho Tremenbuna, pues ella será ahora gorda y poco atractiva, pero bruta no es, por lo que rápidamente sumó 2 + 2 y se dio cuenta de todo el engaño, a través de la viveza criolla a la que estuvo sometida en estos 5 largos y fríos conyugales meses.

Gritò tremembuna: "O sea que esta es la casa de ese "partido" por partida doble (valga la redundancia) y esta $%$???$* es la bolivariana por quien Temistocles no puede cumplir sus deberes conyugales".

Entonces, mi comadre, recordando las tomitas que le llevaba a Temistocles y sus noches mirando lejos, aprovechando la impavidez que tenía mi compadre se le abalanzó y con su cuerpo, de luchadora de Sumo, por poco no lo estrangula y si no hubiera sido por el partido y por la bolivariana, quienes también llevaron lo suyo, en estos momentos estuviéramos en las exequias de mi compadre.

Demás está decir, que ahora si, y creo que definitivo, mi comadre pidió el divorcio por crueldad mental y conyugal, y mi compadre, después de sus 12 días en el hospital recuperándose de la paliza, volvió a exilarse, pero esta vez no en mi casa sino en la de un familiar, esperando que bajen las aguas. Por ahora, sus relaciones con el partido y con la bolivariana están suspendidas, a quien les echa la culpa de lo sucedido, sin darse cuenta o querer reconocer que todo sucedió solo por SU VIVEZA CRIOLLA.

Incluso mi comadre cree que yo sabía de todo este lío y no le dije nada, por lo que no me quiere ni ver por ahora.

OJALA QUE USTED NO SEA OTRO BUEN ALUMNO AUTODIDACTA DE LA VIVEZA CRIOLLA.

¡QUE VEA QUIEN TENGA OJOS! ¡OJO PELAO!



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