Maracaibo, Curriculum Autor Tips del autor Editorial

WEB DEL Lic. RIGOBERTO A. BECERRA D. (MAF)

Maracaibo, Venezuela. Ultima actualización 02-11-20

CAPITULO V

Administración del inventario

Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)

 

1.  Consideraciones generales

 

        El mantener inventario es un problema de decisión, generalmente, para todas las empresas de los diferentes sectores de la economía. Es necesario mantener inventarios en la industria manufacturera, en la agri­cultura y pecuaria, en el comercio y en las empresas públicas, inclusive,, debido a que física y económicamente es imposible conseguir los bienes, materias primas o productos terminados, en el mo­mento preciso en que se demandan. El no tener inventarios implica que los consumidores tengan que esperar hasta que las órdenes sean surtidas por algún proveedor, o bien, que sean fabricadas, y, por lo general, los demandantes no están dis­puestos a esperar por mucho tiempo. Esta razón hace que el mantenimiento del inventario sea necesario para todas las em­presas, tanto fabricantes como solamente distribuidoras de artículos. Para las empresas manufactureras, el inventario tiene una im­portancia vital, ya que apoya las operaciones de producción y ventas, influyendo directamente en el monto de inversiones en equipo de transporte, producción y nivel de empleo. De esta manera, es posible analizar el inventario en términos de la relación, producción-inventario. Manteniendo un nivel de in­ventario suficiente, se podrá sostener un ritmo de producción estable, y lograr, por lo tanto, una alta utilización de la capa­cidad de la planta, quedando así en aptitud de satisfacer la demanda y proporcionar un servicio adecuado al consumidor.

        Los problemas de inventario se han estudiado desde hace mucho tiempo, pero fue hasta principios del presente siglo, en el que, estimulados por el crecimiento de la industria manufactu­rera y de las diversas ramas de la ingeniería, los investigado­res empezaron a utilizar técnicas analíticas para estudiar estos problemas. Inicialmente se resolvieron los problemas de inven­tario y de programación de producción que tenían las empresas manufactureras; es decir, en situaciones donde los artículos eran producidos en lotes y el costo de ajuste era elevado. La derivación inicial de lo que frecuentemente se ha llamado "fórmula del tamaño del lote", fue obtenida por Ford Harris de la Westinghouse Corporation en 1915; sin embargo, gene­ralmente se le denomina "fórmula de Wilson", debido a que fue derivada por R. H. Wilson, como una parte integral del modelo de control de inventarios que ideó. La "fórmula del ta­maño del lote", es una función matemática-contable, mediante la cual se minimiza la suma de los costos de administración del inventario, para casos donde la demanda es conocida y constante.

        El modelo ilustra los supuestos típicos y las simplificacio­nes necesarias para la construcción de un modelo de operación de un negocio, en donde la cantidad de renovación es fija, esto es, se coloca una nueva orden de la misma cantidad siem­pre que el inventario disponible caiga a un nivel determinado, referido como punto de reaprovisionamiento, de repedido o de reorden.

        El primer libro que apareció tratando los problemas del inventario en forma exhaustiva, fue el de F. E. Raymond. Este libro tiene la característica de haber sido escrito con la suficiente simplicidad para ser entendido por cualquier per­sona que no tenga amplios conocimientos en la materia, te­niendo como objetivo fundamental explicar cómo pueden ser utilizadas en la práctica las diversas formas del modelo sim­ple del tamaño del lote.

        Los modelos iniciales del inventario tuvieron poco desarro­llo y aplicación hasta antes de la Segunda Guerra Mundial, donde surgió la Ciencia de la Administración y la Inves­tigación de Operaciones, enfocándose la atención sobre la na­turaleza estocástica 1 de los problemas de inventario. Anteriormente estos habían sido tratados en forma determinística, con excepción de algunos casos aislados como el de Wilson, donde se hicieron algunos intentos para incluir consideraciones pro­babilísticas. Posteriormente T. M. Whitin desarrolló una ver­sión estocástica del modelo simple del tamaño del lote; su libro fue publicado en 1953, siendo el primero en inglés que trató con todo detalle los modelos estocásticos del inventario.

        Por lo que concierne a la actividad desarrollada por los economistas o profesionales de las finanzas en esta materia, diremos que no fueron los pri­meros en estudiar los problemas del inventario, aunque éste, como se ha comprobado, juega un papel importante en el estudio de la dinámica económica. No obstante, posteriormente, algunos economistas y otros profesionales del área financiera y matemáticos han aunado sus esfuerzos para analizar estos problemas, fijando su atención en las propiedades matemáticas de interpretaciones económicas de éstos, más que en sus apli­caciones prácticas inmediatas. Los escritos de los economistas Arrow, Harris y Marshak fueron los primeros en hacer un análisis matemático exhaustivo de un modelo simple de inven­tario, los cuales fueron seguidos por los de los matemáticos Dvoretzky, Kiefer y Wolfowitz. Estas investigaciones iniciaron una corriente ininterrumpida de escritos matemáticos sobre los sistemas de inventario, como el de Arrow, Karlin y Scarf, de­nominado "Studies in the Mathematical Theory of Inventory aud Production", (Estudios sobre la Teoría Matemática del In­ventario y la Producción), publicado en 1959. Después se llevaron a cabo muchos trabajos sobre problemas de in­ventario a diferentes niveles, incluyendo trabajos de ascenso; por un lado se está escribiendo sobre aplicaciones prácticas, mientras que por el otro se reali­zan estudios sobre las propiedades matemáticas abstractas de los modelos de inventario, sin olvidar sus posibles aplicaciones prácticas.

 

 

        2. LA IMPORTANCIA DEL INVENTARIO EN LA EMPRESA

 

        Dentro de una empresa, el inventario tiene determinadas características y propiedades que es conveniente señalar antes de profundizar más en la forma en que opera. Para iniciar este punto, debemos definir al inventario como "los materiales que se tie­nen almacenados para su utilización o venta posteriores, los cuales asumen la forma de materias primas que se tienen para elaborarlos, artículos en proceso de fabricación y/o artículos terminados en espera de ser vendidos".

        Almacenar cosas implica incurrir en costos, reales o de oportunidad, ya que mien­tras duren éstas almacenadas, su valor será improductivo en alto grado. Si el hombre de negocios pudiera suprimir o, cuando menos, minimizar el inventario, así lo haría, de no existir la incertidum­bre característica de muchas, o de generalmente todas las economías. Si nos encontrásemos en una economía en la cual la demanda y los costos futuros permanecieran constantes, la utilidad que reportaría el inven­tario sería mínima, ya que su función solamente sería la de compensar las fluctuaciones en la producción y el consumo. Los motivos anteriores permiten entender el por qué de la existencia del inventario, pero no son los únicos; podemos citar algunos otros que también son determinantes de la existencia de estas inversiones de capital circulante inmovilizado. Estos motivos o razones para mantener inventarios son:

 

a)  La probabilidad de obtener utilidades futuras motiva­das por un aumento en el precio del artículo, de la de­manda o de los costos.

b)  Como medida de seguridad para hacer frente a un in­cremento excepcional de la demanda.

c)  Para disminuir los costos de transporte, ya que las com­pras realizadas en volúmenes importantes es posible efec­tuarlas a precios inferiores a los prevalecientes en pe­queñas adquisiciones, lo que se refleja en la misma for­ma con los servicios de transporte.

d)  Para asegurar la continuidad de las operaciones de pro­ducción ante la probabilidad de que sean interrumpidas por elementos externos al negocio.

e)  La conveniencia de mantener artículos a la vista de los clientes con el propósito de incrementar las ventas, mediante la motivación de los compradores potenciales.

f)  La acumulación de artículos originada por una dismi­nución repentina en las ventas.

 

        El inventario constituye un tipo de activo industrial que significa disminución de la inversión en otros, como pudiera ser en una empresa, la efectuada en la adquisición de maqui­naria y equipo. El inventario es tan importante en la mayoría de los casos para la operación de un sistema de producción-distribución, como lo son la maquinaria, la planta y el equipo de transporte. De aquí que la planeación y el control del in­ventario sean factores tan importantes como lo son los planes para otros tipos de activos, cuando están orientados a incre­mentar la productividad de la empresa.

        Al mismo tiempo, el inventario influye sobre la utilización de mano de obra en las empresas. El nivel de ocupación está determinado por la demanda que se haga de los productos en el mercado, de manera que un incremento de ésta, supondrá contratación de personal y una disminución, despidos. Aunque este no es un procedimiento óptimo para la economía nacional en su conjunto, no deja de ser una alternativa admisi­ble para una empresa individual. Debido a las fluctuaciones de la demanda, los costos adquieren gran importancia en las decisiones relativas a la producción, inventario y mano de obra. La producción de un mes afecta la posición del inventario neto a fines de éste; esto, a su vez, influye sobre las deci­siones respecto al segundo mes, el cual influirá en las decisiones de producción del tercero. La influencia del inventario sobre la producción y la mano de obra tiende a producir una auto conexión que eventualmente llevará el nivel de aquél al punto óptimo, ya sea que las ventas hayan sido previstas con exac­titud o no.

        Conforme aumenta el volumen de los lotes de producción, se hace mayor el costo de mantenimiento del inventario, dis­minuyendo el costo de ajuste o preparación y aumentando el volumen de la mano de obra directa. Además, los siguientes servicios y actividades pueden requerir personal adicional: con­trol de producción e inventario, compras, recepción, inspec­ción, manipulación de materiales, despacho, inspección de ins­talaciones en las máquinas, mantenimiento y limpieza, entre otras.

        Debido a los problemas que surgen al tratar de estabilizar la producción, el inventario y la mano de obra, se hace nece­saria una eficiente planeación de producción y control de in­ventario, ya que permiten alcanzar el equilibrio en el nivel de empleo y elevar al máximo las ganancias mediante la reduc­ción, al mínimo posible, de los costos involucrados.

        La importancia del inventario ha aumentado, fundamentalmente, por los avances de las técnicas de producción, que han permitido obtener nuevos productos y acelerar el ritmo de producción, lo cual ha traído como consecuencia, la necesidad de efectuar mayores inversiones en el inventario y en los diversos canales de distribución. De igual manera, la compe­tencia prevaleciente entre los productores, ha conducido a la fabricación de una gran variedad de artículos, significando esto, la necesidad de enfrentarse a problemas de programación de producción e inventario cuya complejidad aumenta propor­cionalmente al incremento en los volúmenes y variedades de artículos. Son estas las razones que mayor influencia han tenido para hacer del inventario un problema que ha merecido la atención de especialistas e investigadores de alto prestigio en todo el mundo.

        La planeación y programación del inventario se encuentra localizada en todas las operaciones de la empresa en donde in­terviene la producción versus tiempo, distribución, localización e inventario de artículos. Así tenemos que el problema está presente en todo el proceso de fabricación, ya sea en la compra de materiales, productos en proceso, productos terminados, dis­tribución de los mismos y servicio al consumidor. En cuanto a la adquisición de materiales, las preguntas que surgen son:

 

·        ¿Qué cantidad de materia prima se debe mantener en inven­tario? y

·        ¿Cuánto comprar en un sólo pedido, considerando la inversión requerida en inventario, los descuentos otorgados y el tiempo de distribución de los pedidos?

 

        Por lo que se refiere al departamento de producción, éste debe planear la producción en tal forma que las órdenes de abastecimiento de mate­riales sean las necesarias para el funcionamiento normal de las máquinas utilizadas en el proceso, con objeto de evitar in­terrupciones o estrangulamientos en el mismo. También se de­berá determinar el número de máquinas necesarias para sa­tisfacer la demanda de los productos al costo mínimo.

        Constituyendo el inventario uno de los activos de mayor significación en la mayoría de las empresas y estando sujeto a las fluctuaciones de la actividad económica, el empresario se ha visto obligado a mantener un control efectivo del mismo con el objeto de contrarrestar, hasta donde es posible, dichas fluc­tuaciones. Para lograrlo, han hecho uso del instrumental esta­dístico disponible, con el propósito de calcular anticipadamente las fluctuaciones extremas y con base en esos resultados de terminar los planes y niveles de inventario, reduciendo en esta forma las probabilidades de que el inventario absorba activos excesivos y la necesidad de liquidación.

        El criterio básico que mueve las inversiones en inventario, como en otros activos de capital circulante o fijo, es el de aumentar las utilida­des o disminuir los costos, a través del equilibrio de los costos de inversión y mantenimiento del inventario. Por ejemplo, la inversión en maquinaria no será rentable si fabrican en forma no planeada; de igual manera las inversiones en inventario necesitan la misma consideración para encontrar el tipo y cantidad de inventario justificado por el costo, en función de las políticas financieras existentes. Alcanzar el punto de equi­librio adecuado de la inversión en inventario, es con frecuen­cia más difícil que otras decisiones de capital. Las funciones del inventario son más complejas, las ventajas son más suti­les y el equilibrio entre las utilidades y los costos es mucho más difícil de encontrar. Las decisiones de inversión en inven­tario han estado basadas más en la intuición que en la lógica y las matemáticas, por lo que son más difíciles de controlar y mantener al día. Sin embargo, en muchos países se observa que el empresario se preocupa un poco más por resolver este problema, utilizando especialistas y consultores en este campo, que lo ayuden a tomar estas decisiones, ya que la frecuencia y volumen de éstas, aumenta diariamente como consecuencia del constante aumento en la complejidad de los negocios.

        Así, referente a este punto se pude concluir diciendo que el inventario desempeña un papel crucial en la organización de una empresa, ya que hace las veces de regulador de la producción ante los efectos de las fluctuaciones de la actividad económica, contrarresta los errores en las estimaciones de las ventas futuras, permite un mejor aprovechamiento de la fuerza de trabajo y del equipo de pro­ducción, etc. Por consiguiente, el inventario constituye una parte indispensable en una empresa, que cuando es controlado eficientemente, se convierte en uno más de los factores productivos de la misma.

 

 

        3. EL PROBLEMA DEL INVENTARIO

 

        El problema fundamental del inventario, como ya se ha apuntado, consiste en determinar el punto de equilibrio entre los costos totales inherentes al mantenimiento de artículos y los costos totales de efectuar un pedido, de manera que los costos totales de esta administración sean mínimos. Este problema consiste, por lo tanto, en la minimiza­ción de costos de administración del inventario, desde el punto de vista general de la empresa.

        La minimización de los costos del inventario constituye una de las múltiples dificultades que se presentan con fre­cuencia, al tratar de implantar un sistema de control de in­ventario en las empresas, por no ser común que se encuen­tren registrados en los libros de contabilidad los costos en que se incurren durante la administración del inventario y generalmente contemplados en cualquier modelo que se desee utilizar.

        De aquí que sea necesario analizarlo perfectamente y de­terminar cuáles son las funciones que tiene asignadas en la gráfica de organización, con el propósito de identificar los ele­mentos que se utilizarán para definir el problema.

        Una vez resuelto lo anterior, se estará en aptitud de de­terminar la cantidad económica de inventario, lo que se tra­duce en contestar dos preguntas fundamentales:

 

1.  ¿Qué cantidad ordenar en cada pedido?

2.     ¿Cuándo debe hacerse dicho pedido?

 

4.  TIPOS DE INVENTARIO

 

        En una empresa, los inventarios pueden existir en diversas formas: como existencia de materia prima en espera de entrar a la producción; como artículos parcialmente acabados o com­ponentes; como inventarios de productos terminados; como bienes en tránsito, o como bienes en las tiendas de los distri­buidores, con objeto de anticipar o inducir la demanda de los consumidores.

        En cada una de estas etapas, hay razones económicas que justifican su existencia. Estos diferentes tipos de inventarios pueden clasificarse en:

 

a)  Inventarios de Partida. Este tipo de inventarios es el que se forma para fabricaciones o ventas de mercancía en volúmenes superiores a las necesidades normales, con el propósito de obtener rebajas en los precios de com­pra, y transferir o reducir los costos ajenos de deman­da, transporte, pago y control.

 

h)  Inventarios de Seguridad. Estos inventarios se mantie­nen para hacer frente a las variaciones inesperadas en la demanda, permitiendo suavizar sus efectos. Cubren las variaciones entre la demanda real con relación a la pronosticada, de 1a producción real y la planeada, y de las modificaciones en los tiempos de espera de reabas­tecimiento.

 

c)    Inventarios de Anticipación. Son aquéllas existencias que se obtienen debido a que es la única ocasión en que se encuentran disponibles. Es el caso de las indus­trias de conservas o las que producen artículos relacio­nados con la moda.

 

        5. ELECCIÓN Y CLASIFICACIÓN DEL INVENTARIO

 

        El esfuerzo requerido para controlar el inventario, debe variar en proporción a la utilidad potencial que representa para la empresa, cada uno de los artículos que se encuentran en él. Teóricamente podríamos analizar en detalle cada unidad en inventario y estructurar una técnica de control adecuada a las características particulares de la mercancía. En la mayoría de las aplicaciones, el esfuerzo requerido para realizar este trabajo, posiblemente no sea compensado por los beneficios obtenidos. Por otro lado, una técnica de control de inventario que comprenda todas las unidades existentes en el inventario, resulta muy difícil, ya que significa un trabajo enorme el determinar la importancia de cada articulo.

        Agrupando los artículos de acuerdo con los datos históricos de la contribución a las utilidades y su demanda, podemos determinar fácilmente cuáles son aquellos en los que debemos poner mayor atención. En caso de que los márgenes de uti­lidad de los artículos sean relativamente constantes, puede procederse a agruparlos en orden descendente, en función de las ventas totales anuales en términos monetarios, todo lo cual será suficiente para mostrar las variaciones en la importancia relativa de cada uno de ellos. La lista de estos artículos mos­trará que solamente un número reducido de ellos, son los que mayor importancia tienen en relación a las ventas totales. La representación gráfica de la lista de artículos vendidos, en rela­ción a los artículos en el inventario, expresados ambos en porcentajes, nos proporciona la curva de la figura No. 1.

 

                              

 

        Esta curva indica que el 30% de los artículos en inventario constituyen el 80% de las ventas; ello nos hace pensar que en muchas empresas no debemos extender el control más allá del 80%, ya que, posiblemente, el intento de controlar un 20% más de los artículos en el inventario, signifique efectuar demasiados refinamientos al sistema que no vayan a compensar los gastos necesarios en trabajo y equipo en que haya de incurrirse para alcanzar tal propósito.

        Basados en esta propiedad que tienen los artículos en el inventario, han surgido varios sistemas de clasificación. Una de esas técnicas consiste en clasificar los artículos en tres ca­tegorías, designadas A, B, C. Este método tiene como objetivo clasificar las partidas del inventario en función de los siguien­tes parámetros:

1.            Importancia relativa de las ventas totales.

2.            Costo unitario.

3.            Problemas de almacenaje.

4.            Naturaleza crítica (costo de carecer de existencias y fre­cuencia del mismo).

 

        Con base en los criterios anteriores, podemos formar ca­tegorías de artículos, como podrían ser:

 

   A.        Los artículos que constituyen del 10 al 25% de la con­tribución a las ventas.

   B.        Los siguientes 20 a 30% de los artículos que contribu­yen en menor proporción, y

   C.        El grupo más grande restante de artículos que contri­buyen en un porcentaje relativamente pequeño.

 

        Posteriormente se determinan rangos en función de las ven­tas, a los cuales se les designa con las letras A, B, C. Como ejem­plo de esta clasificación presentamos el cuadro No. 1.

 

Cuadro No. 1

 

Clase de artículo

Número de unidades

Porcentaje del total de artículos

Porcentaje de las ventas

Porcentaje del promedio del inventario

Porcentaje de la contribución a la utilidad bruta

A

B

C

229

1225

2062

7

35

58

53

37

10

50

38

12

52

38

10

 

3516

100%

100%

100%

100%

 

        Las partidas de la categoría A requieren de un control máximo, por lo que deberá mantenerse:

 

   1.         Registros perpetuos al día.

   2.         Control individual de cada partida.

   3.         Programación y manejo prioritario

   4.         Revisión continua de sus factores.

   5.         Aplicación de técnicas precisas de control para equili­brar sus costos.

 

        Las partidas de la categoría B necesitan un control general, por lo que será indispensable llevar:

 

1.      Registros perpetuos, actualizados con frecuencia.

2.      Control por grupo de partidas.

3.       Programación y manejo rápido.

4.       Revisión periódica de sus factores.

5.       Aplicación de técnicas generales de control para equili­brar sus costos.

 

        Los artículos pertenecientes al grupo C requieren de un control mínimo y por consiguiente sólo es necesario mantener:

 

   1.    Registros perpetuos, al mínimo necesario.

   2.    Minimizar la frecuencia de carecer de inventario y de las órdenes de compra.

   3.    Revisión anual de los factores.

 

        6. COSTOS DEL INVENTARIO

 

        El inventario representa, para el Contador y para una gran ma­yoría de hombres de empresa, la suma total de los gastos de materiales, mano de obra y gastos indirectos o bien, los artícu­los que van a la línea de producción a ser consumidos. Debido a que el inventario está constituido por muchos productos, frecuen­temente se piensa que la suma de los costos de éstos, represen­tan los costos totales del inventarío. Sin embargo, esto no es así.

        Reflexionando un momento, nos podemos dar cuenta de la existencia del inventario como una entidad y no como una acumulación de los costos de todos los artículos que contiene, ya que el inventario, por sí solo, tiene sus costos. Estos costos no pueden obtenerse de los sistemas tradicionales de contabi­lidad, sino que normalmente es necesario efectuar investiga­ciones especiales.

        Los costos anteriores los podemos resumir como sigue:

   a)   Costo del pedido o costo de montaje.

   b)   Costo de mantenimiento.

   c)    Costo de carecer de existencias.

   d)   Costo del sistema.

       

        La definición, determinación, control y equilibrio de estos costos, constituye la base para una administración efectiva del inventario.

 

a) Costo del pedido o costo de montaje

        Cada vez que se hace una requisición de compra para aumentar el inventario, cuando se escribe la orden para un producto, o para una nueva tanda de producción, se incurre en costos.

        El costo del pedido puede definirse como aquellos gastos necesarios para comprar un nuevo lote de material. El costo de montaje se refiere al gasto incurrido cuando se coloca una orden de producción o de instalación de operaciones en una máquina.

        Los costos que se generan cuando se compran materiales incluyen los siguientes renglones:

 

      a.1. Costo del trabajo desarrollado en:

       Preparación de requisiciones y órdenes de compra. (Personal o equipo).

       Trámites con proveedores (entrevistas, correspondencia, etc.)

       Recibo de materiales.

       Control de materiales en Contabilidad.

       Inspección de materiales.

       Revisión y pago de cuentas de proveedores.

 

a.2.Costo de Papelería:

       Formas de compra.

       Requisición.

       Empaque.

       Correo.

       Impresos.

      Carpetas de archi­vo.

      Formas de inspección.

      Libro de registro. Cheques.

 

        En la misma clasificación se deben considerar los descuen­tos ofrecidos por los vendedores, por adquisición de pedidos en grandes cantidades (solamente que se tomarán como cos­tos negativos).

        Los costos anteriores se pueden obtener de los registros contables de la empresa. Estas cifras pueden ser divididas por el número de órdenes de compra formuladas durante el año, para determinar el costo por orden de compra. Por lo que con­cierne a las órdenes de producción, cada una de ellas lleva asociados los siguientes gastos de papelería y trabajo:

 

             a. 3. Costo del trabajo desarrollado en:

        Programación y control de la produc­ción.

        Ordenar producción.

        Manejo de materiales.

        Preparación de máquinas.

        Ineficiencia de órdenes pequeñas de pro­ducción.

        Inspección del lote.

        Proceso de aprendizaje o tiempo en que se adaptan a la producción.

 

        a.4. Costo de Papelería:

        Lista de materiales.

        Requisición de ma­teriales.

        Tarjetas rutinarias de operación.

        Formas de trabajo. Reportes del ade­lanto del traba­jo.

        Formas de inspección.

 

        Los costos anteriores varían en relación directa al lote de producción, ya que el tamaño de lote determina la cantidad de equipo que se utilizará.

 

        b) Costo de mantenimiento

   Antes de que se realicen las ventas de los artículos, se deben crear inventarios, lo que significa efectuar ciertos gas­tos, siendo algunos de ellos los siguientes:

  b.1.) Capital invertido en el inventarío.

  b.2.) Seguros.

  b.3.) Impuestos.

  b.4.) Obsolescencia y deterioro.

  b.5.) Almacenamiento y manejo.

  b.6.) Mantenimiento de registros contables.

 

    A continuación se indica en que consiste cada uno de ellos:

 

   b.1.)  Capital invertido en el inventario

    Este factor constituye uno de los costos más importantes, el cual no implica gastos directos, sino más bien un costo de oportunidad que casi nunca aparece en los registros conta­bles. Es decir, es un costo incurrido mediante la inversión en el inventario, en lugar de tener ese mismo monto de capital invertido en cualquier otra cosa, y es igual a la tasa de uti­lidades más grande, que el sistema obtendría de otras inver­siones.

        Para determinar el costo de oportunidad del capital inver­tido, se debe tomar en cuenta la liquidez de la inversión y los riesgos de la misma, así como la redituabilidad que se obtendría si se realizara en cualquier otra cosa. Los intereses que se determinen, serán los que se agregarán a los demás factores que integran el costo de mantenimiento del inventario. Otra alternativa es la de aplicar la tasa de interés bancaria vigente.

        Al aplicar las ideas anteriores, debe tenerse cuidado de ana­lizar las siguientes características de la empresa:

 

· Fuentes de aprovisionamiento financieras (internas o externas).

· Otras alternativas de empleo del capital y sus utilidades respectivas.

· Tiempo necesario para recuperar la inversión en el inventario o grado de liquidez del mismo.

· Errores en las estimaciones de ventas.

· Grado de obsolescencia de los artículos en el inventario.

        Todos estos elementos, valuados en forma realista, permiti­rán determinar el costo del capital inmovilizado en el inven­tario.

 

        b.2) Seguros.

 

        Este elemento se refiere a la cantidad de dinero pagado para mantener protegidas las existencias de materiales y artícu­los terminados, en los almacenes. Estos seguros son contra im­previstos como incendios, tormentas, robo, etc. Los gastos ori­ginados por este concepto no varían estrictamente en forma proporcional a la inversión en el inventario. Se puede mante­ner una política constante de gastos en seguros, independiente de las fluctuaciones del nivel de inventario revisándola perió­dicamente para modificar dichos gastos en función de la mag­nitud de los cambios de un periodo a otro. Sin embargo, la forma en los costos de seguros cambiarán con el nivel de in­ventario y varia de una empresa a otra.

 

        b.3) Impuestos

 

        Este factor se fija considerando los impuestos pagados so­bre el capital, los bienes raíces y los impuestos del negocio, variando en función de los niveles de inventario.

 

        b.4.) Obsolescencia y deterioro

 

        Es el costo de aquellas unidades que pueden estar sujetas a una disminución en su valor real, porque se hace obsoleta en un período determinado. Este "costo de obsolescencia" es la diferencia entre el costo original de la unidad (más alguna utilidad que se hubiera obtenido  desde la fecha en que se compró, hasta la fecha en que se convirtió en obsoleto- sí ese capital, dedicado a procurarse la unidad o articulo, se hubiese invertido en cualquier otra cosa), y su costo de recuperación.

        Se incurre en estos costos en una fecha fijada en el tiempo, que no se puede predecir con certeza.

        Se puede fácilmente distinguir el costo de obsolescencia en aquellas empresas que operan dentro de ramas industriales, en los cuales se experimentan rápidos cambios, tanto en el material que utilizan como en la maquinaría, debido funda­mentalmente a la competencia existente entre los fabricantes que los obliga a lanzar constantemente productos nuevos al mercado. Esto origina que los materiales, moldes y maquina­ría, queden de un momento a otro obsoletos.

        Otro tipo de obsolescencia es la que se presenta en aque­llas empresas que producen artículos sujetos a demandas al­tamente estacionales.

        El riesgo de deterioro se presenta generalmente en las em­presas dedicadas a la elaboración de artículos alimenticios y de drogas; por lo tanto, para calcular el costo correspondiente se debe determinar el tiempo de duración de los productos.

 

        b.5.) Almacenamiento y manejo

 

        El "costo de almacenamiento" se refiere al costo del espacio necesario para almacenar artículos a diferentes niveles. El in­greso derivado de los usos alternativos del espacio empleando para almacenar el inventario, se puede considerar como un "costo de oportunidad". Los costos de almacenamiento normal­mente están relacionados en forma más directa al tamaño que al valor de los artículos comprados, incluyendo la renta, cale­facción y luz, los cuales son frecuentemente fijos. En algunos casos, el espacio de almacenamiento es rentado o propio; sin embargo, en este último caso se debe determinar el ingreso que produciría si se dedicara a otro uso. De cualquier manera, siempre hay un gasto relacionado con el espacio de almacena­miento, ya sea el pago de la renta cuando no es propio, o el costo de oportunidad en el caso de que lo sea.

        El "costo de manejo" del inventario, tanto dentro como fuera de los almacenes, generalmente se excluye en los pro­blemas de inventarío, tomándose en cuenta solamente el costo del trabajo directo necesario para manejar el inventarío a dife­rentes niveles. Sin embargo en algunos casos, el costo de ma­nejo por unidad puede depender de la magnitud del inventario mantenido, ya que en el supuesto caso de que hubiera un aumento en los niveles de inventario, aumentarían los costos de carga y descarga de los productos así como los de acarreo dentro de los almacenes. Estos costos representan gastos direc­tos que se deben considerar.

 

        b.6.) Mantenimiento de registros contables.

Este factor considera la cantidad de dinero que es necesario gastar en papelería, registro de las existencias, envío de cartas, revisiones periódicas del inventario, etc., para cada uno de los diferentes niveles de existencias.

        Cuando se hace un estudio de los costos de mantenimiento del inventario, generalmente se determina un porcentaje anual que se aplica a cada unidad, o el porcentaje del promedio anual de la inversión en el inventario.

 

        c) Costo de carecer de existencias

 

        Uno de los objetivos más importantes en la mayoría de los sistemas de control de inventario, es el de mantener un servicio ajustado a la demanda del consumidor. La determinación del valor del servicio al consumidor o la pérdida de utilidad su­frida por no haber satisfecho las necesidades del consumidor, constituye un aspecto esencial de la derivación de un programa de minimización de costos o un sistema de control de inventario.

        Los costos resultantes de tener un inventario inadecuado, son quizá los más difíciles de definir, teniendo una gran canti­dad de interpretaciones. Algunas de ellas son las siguientes:

 c.1.)         En una tienda, se incurriría en un costo por carecer de existencias, si un consumidor no encontrase el pro­ducto que busca, porque no está disponible en el mo­mento. El costo de carecer de existencias seria el de la pérdida de utilidad que se hubiera obtenido si ese artículo hubiera sido vendido.

c.2.) De acuerdo con la situación anterior, el costo de care­cer de existencias también sería la pérdida futura de los márgenes de utilidad, si ese consumidor ya no re­gresara a comprar.

  c.3.) Cuando un proceso de producción se detenga o inte­rrumpa por la falta de una materia prima básica, el costo de carecer de existencias serían las horas de tra­bajo improductivas, resultantes de tal anomalía.

 c.4) El costo de carecer de existencias se reduciría en el caso anterior, si el programador de producción hiciese una nueva programación para fabricar otro artículo.

 

        El costo de carecer de existencias puede determinarse, en el caso de un inventario de materias primas, calculando el costo de las demoras en la producción, cuando no haya exis­tencias, y el costo de los trámites urgentes para surtir el in­ventario. Cuando se trate de un almacén de productos terminados, puede obtenerse el costo de carecer de existencias me­diante el cálculo del costo por la pérdida de ventas y de clientes, originada por la mala reputación, generada por la imposibili­dad de satisfacer la demanda de los clientes.

 

        d) Costo del sistema

 

        Cada uno de los sistemas de control de inventario implica gastos causados en función de la naturaleza del sistema de con­trol seleccionado, los cuales se relacionan especialmente con el nivel del inventario.

        El costo del sistema también está en función de la exacti­tud del control necesario, ya que si se desea que los resultados sean muy refinados, se pueden utilizar computadores electró­nicos de alta capacidad. En caso de requerirse un sistema menos óptimo, se pueden utilizar técnicas periódicas de conteo o un sistema de kardex.

        El costo de operación de un sistema de control de inven­tario, deberá confrontarse con los beneficios resultantes de aplicar métodos más refinados y con las necesidades de la or­ganización de la empresa, así como con las consideraciones relativas a la disponibilidad de mejores y más rápidos informes de la estructura del sistema.

 

 

        7. PERIODICIDAD DEL INVENTARIO

 

        Antes de explicar en qué consiste la periodicidad del inven­tario, recordaremos el concepto de "modelo de operación", ya que es fundamental. "Un modelo es la representación de la estructura real de un sistema, en términos cuantitativos". Si el modelo representa en forma adecuada al sistema, veremos como puede funcionar en la realidad, mediante la experimen­tación sucesiva.

        Ahora bien, la representación gráfica de la periodicidad del inventario, es el modelo conocido como de "diente de sierra", (Figura 2). Este diagrama representa la conducta del nivel del inventario de una sola unidad a través del tiempo. El eje hori­zontal representa el número de unidades en el inventario. Cada triángulo es un ciclo del inventario. El eje vertical de cada triángulo representa la recepción de la cantidad de orden en el inventario.

 

 

Figura No. 2

         

            Nivel de        Q

                 Inventario

 

 

 

                                               P

 

 

                                                       Qf

                                                     t1                  t2                      t3     Tiempo    

 

 

        Cada ciclo del inventario se puede representar como apa­rece en la Figura 2, en la que Q es la existencia inicial del inventario, Qf es la existencia final, y t es el tiempo en que se registra la demanda de artículos. Estas demandas se pueden representar mediante una recta, una curva o en forma escalonada, siendo las dos primeras las más frecuentemente utilizadas.

 

        En la Figura 2 se puede ver una representación ideal del ciclo del inventarío en la que se supone que la demanda es constante. En tales circunstancias, cada orden Q debe recibirse, justamente, cuando la última unidad de la orden anterior ha sido utilizada o vendida. Para lograr esto, es necesario que la orden de compra se haga con bastante anticipación para que sea entregada en el momento deseado, y, además, que tenga exis­tencias disponibles para satisfacer la demanda, mientras el proveedor lo abastece. Esta situación se representa por P, que es el punto de reaprovisionamiento. Cuando el inventario llega al punto P, se debe elaborar una orden de compra por la can­tidad Q.

 

        Los modelos de demanda constante, no son muy repre­sentativos de lo que sucede en la práctica, ya que generalmente hay aumentos o disminuciones mayores en la demanda, o bien, fluctuaciones estacionales. Por lo tanto, la determinación de las cantidades a ordenar y el nivel de existencia, se convierte en una tarea difícil de realizar. La clave de estas decisiones estriba en hacer la mejor predicción posible del modelo de demanda futura. Una vez ob­tenida la demanda, se pueden resolver las preguntas de ¿cuán­to? y ¿cuándo? comprar o fabricar, y, al mismo tiempo, equ­ilibrar los costos descritos anteriormente.

 

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