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WEB DEL Lic. RIGOBERTO A. BECERRA D. (MAF)

Maracaibo, Venezuela. Ultima actualización 24-10-20

Admon Capital de Trabajo

 

ADMINISTRACIÓN DEL CAPITAL DE TRABAJO

Por Lic. Rigoberto A. Becerra D. (MAF)

“No hay que acusar a las buenas teorías de la mala práctica”

 

        Consideraciones generales

        Sin desconocer la alta importancia que tiene para una empresa la administración o gerencia de sus activos fijos, dentro de su planificación y estrategia, los gerentes generales y hombres de empresa reconocen también que una significativa cantidad de su tiempo es utilizada en enfrentarse a situaciones o problemas del corto plazo, del día a día, y de que muy poco serviría toda la planificación de largo plazo si la empresa no puede administrar exitosamente los problemas, contingencias y oportunidades del corto plazo, donde una de las mayores causas de problemas a corto plazo de la empresa se basa en gerenciar y satisfacer adecuadamente sus necesidades de capital de trabajo de la misma.

        Tradicionalmente el capital de trabajo ha sido definido como la inversión de la empresa en activos circulantes o corrientes, o sea todos aquellos activos que en ella se espera se conviertan en efectivo en el corto plazo, es decir en un año o menos, y en donde se incluyen entonces al efectivo en caja o bancos, los valores negociables de rápida convertibilidad, las cuentas por cobrar y los inventarios.

        Por otra parte al considerar los recursos financieros que financian estos activos circulantes, o sea a los pasivos circulantes o corrientes, que comprenden a cuentas por pagar, efectos por pagar, gastos por pagar, otros pasivos corrientes, entonces se estaría en presencia de lo que se conoce como capital de trabajo neto, que no es más que la diferencia entre los activos circulante y los pasivos circulantes. Así matemáticamente se tiene:

 

Capital de Trabajo Neto = Activo Circulante  -  Pasivo Circulante

 

        La gerencia exitosa en la empresa de su capital de trabajo neto requiere la adecuada administración de esos activos circulante y la consecución y administración de su financiamiento.

 

 

        El ciclo del capital de trabajo

        El término ciclo de capital de trabajo o ciclo de producción y ventas se refiere al aumento y flujo de fondos dentro de la empresa en respuesta al nivel o tasa de actividad en la producción y ventas. Así, cuando en una empresa se decide fabricar un producto, se requieren fondos para adquirir (comprar) la materia prima primaria y secundaria, pagar sueldos y salarios dentro del proceso de producción y mantener el inventario (de materias primas y de productos en proceso, por ahora). Si el producto es vendido a contado se recibe el dinero una vez que se realice la venta, pero si la venta es en todo o en parte a crédito, la empresa requiere fondos para financiar esas cuentas por cobrar generadas hasta que el cliente cancele sus cuentas por pagar. Entonces, el término ciclo se refiere a la diferencia  entre el tiempo en el cual los gastos por la producción ocurren y el tiempo en el cual el cliente paga por el producto.

        Esta diferencia de tiempo puede ser ilustrada con un simple gráfico altamente simplificado. Allí la orden de adquisición de materias primas requeridas para la producción es colocada en el día 0, o sea al inicio. Esta materia prima llega a los dos días y la producción se inicia y tendrá una duración de 43 días hasta que es finalizada y colocada en inventario de productos terminados. Sin embargo al día 30 de iniciado el proceso (contando la orden de pedido) debe pagarse por la mano de obra involucrada en el proceso y el pago de la materia prima. Una orden de un cliente es recibida el día 50 y el producto es vendido a crédito a 30 días, por lo que el día 80 en la empresa se recibirá el pago. Así entonces, en este simplificado ejemplo el ciclo de capital de trabajo es un total de 80 días. Sin embargo, como tanto el pago de la materia prima como de la mano de obra se realizó el día 30

Y sólo recibirá el pago hasta el día 80, en consecuencia la empresa requerirá algún tipo de financiamiento por 50 días o más.

         +

Flujo

 de   0

Caja                                30                         60                        90                        120     dias

         -  

                  Día 0   Compra de materia prima       Día 30 Pago de mano obra y materia prima 

                  Día 45 Producción finalizada             Día 50 Orden recibida de compra

                  Día 80 Pago recibido del cliente 

        Ahora bien, es importante señalar y deducir, de manera lógica, que el ciclo de capital de trabajo varía de manera significativa entre distintos tipos de empresas. Dos casos extremos serían por ejemplo el fabricante de artículos para fiestas de carnaval y el detallista de artículos comestibles, donde este último tiene un muy rápido rotación de inventarios y obtiene más rápidamente sus ingresos de caja por sus ventas, por lo que su ciclo de capital de trabajo es muy corto.

Por otro lado también es importante puntualizar que si una empresa está en un medio ambiente estable, con poca o nada inflación y con estabilidad de las ventas, o sea sin cambios bruscos en la demanda de sus clientes, es altamente probable que ella pueda gerenciar sin dificultad su ciclo de capital de trabajo. De esto puede señalarse factores tales como la inflación, el crecimiento de las ventas y cambios bruscos en la demanda requerirán mayores esfuerzos para gerenciar adecuadamente el ciclo de capital de trabajo.

 

        Apropiado nivel de capital de trabajo

        Ya se ha señalado al inicio, que gerenciar el capital de trabajo neto de la empresa, o sea su liquidez, involucra decisiones simultaneas e interrelacionadas entre la inversión en activos corrientes  y el uso de pasivos corrientes. Así, una guía o principio que pueden ser usado como ayuda es el llamado principio de tenencia, el cual provee una guía para el mantenimiento de un nivel de liquidez suficiente para que la empresa satisfaga la maduración de sus obligaciones sobre el tiempo.

        De manera muy simplificada, el principio de tenencia envuelve encajar (o sincronizar) las características de generación de flujo de caja de un activo con el vencimiento (o maduración) de la fuente de financiamiento usada para la adquisición de ese activo. Por ejemplo, un incremento estacional de inventarios, de acuerdo con el principio de tenencia, deberá ser financiado con un préstamo de corto plazo u otros pasivos corrientes. La comprensión racional de este principio es sencilla: Los fondos se necesitan por un período corto de tiempo (la necesidad estacional) por lo que cuando ese tiempo ha pasado entonces el efectivo necesario para cancelar ese préstamo y sus intereses serán generados por la venta de los artículos extras en inventario, mientras que si se hubieran obtenido fondos de un préstamo de mediano plazo, por ejemplo, entonces en la empresa se seguirían teniendo esos fondos, y pagando intereses por ellos, a pesar de que los inventarios que ayudaron a financiar esos fondos ya han sido vendidos, ocasionando entonces que la empresa tenga un exceso de liquidez.

 

        Inversión en activos permanentes y temporales

        La noción de encajar o sincronizar el tiempo de maduración, o vencimiento de los activos y los pasivos, antes señalado en el concepto de principio de tenencia puede también ser fácilmente entendido cuando se piensa en términos de la distinción entre inversión en activos permanentes y temporales en vez del concepto tradicional de activos fijos y activos circulantes. Así, una inversión permanente en un activo es aquella donde la empresa espera mantenerlo por más de un año (nótese que se refiere al tiempo que la empresa desea tener el activo y no a su vida útil), siendo ejemplo de ellos los activos fijos y también un determinado nivel mínima o cantidad de activos circulantes. Por el contrario, inversiones en activos temporales son aquellos que serán liquidados y generalmente no reemplazados dentro del año corriente. Entonces, de acuerdo con este concepto, algunos activos circulantes de la empresa son permanentes mientras que otros son temporales. Por ejemplo, un incremento estacional en el nivel de inventarios es una inversión temporal por lo que lo up será eliminado o liquidado cuando ya pasó su necesidad de tenencia.

 

        Fuentes espontáneas, permanentes y temporales de financiamiento

        En el otro lado, al considerarse que el total de activos de una empresa debe ser igual a las fuentes de financiamiento espontáneas, temporales y permanentes, el enfoque de tenencia provee a la gerencia financiera de una base consistente para la determinación y decisión de las fuentes de financiamiento adecuadas a ser utilizadas en cualquier momento de sus actividades.

       Ahora bien, ¿qué constituye una fuente de financiamiento espontánea, temporal y permanente?. Veamos cada una de ellas.

       Fuentes espontáneas de financiamiento consiste de negociaciones de crédito y de otras cuentas por pagar que surgen espontáneamente en la empresa dentro de sus operaciones diarias. Por ejemplo,  cuando la empresa adquiere materia primas (primarias y secundarias) para sus inventarios, tratos de crédito están frecuentemente disponibles para la empresa de manera espontánea o por demanda o solicitud de ella. Estas negociaciones de crédito aparecen en el Balance general como cuentas por Pagar y el tamaño de estas varía racionalmente y directamente con las necesidades de la empresa y la compra de materias primas, ya que de manera lógica la compra de inventarios está relacionada a ventas proyectadas tener en los próximos meses. Entonces, parte de las necesidades financieras de la empresa están provistas de manera espontánea por negociaciones de crédito. Asimismo, y en adición a las anteriores, salarios y comisiones por pagar, intereses por pagar y de impuestos por pagar también proveen importantes y significativas fuentes de financiamiento espontáneo. Estos gastos son acumulados por todo el período mientras que ellos son pagados. Por ejemplo, si una empresa tiene unos gastos semanales de Bs. 8.000.000,oo  por salarios y ella le paga a sus empleados mensualmente, entonces sus empleados están proveyendo efectivamente un financiamiento espontáneo de 8.000.000 por 21 días, Bs. 16.000.000 millones por 15 días, Bs. 24.000.000 por una semana. Son llamados espontáneos porque generalmente estos gastos se incrementan en relación directa con las necesidades operativas y financieras de la empresa. 

        Fuentes temporales de financiamiento, por su parte, consiste de pasivos corrientes representados por efectos por pagar provenientes de préstamos bancarios o de otras instituciones de crédito y soportados generalmente por pagarés, letras de cambio, papeles comerciales, entre otros, y que también son utilizados para financiar necesidades de financiamiento de materias primas u otros inventarios y cuentas por cobrar. Estas no son espontáneas sino que la empresa debe buscarlas, solicitarlas, negociarlas.

        Fuentes permanentes de financiamiento consiste de pasivo a mediano y largo plazo, acciones comunes y preferentes y el autofinanciamiento (ganancias retenidas), todas con la finalidad e financiar, generalmente,  necesidades de financiamiento de mediano y largo plazo, pero que también se pueden utilizar para financiar necesidades permanentes de capital de trabajo.

        En el gráfico No. 1 puede visualizarse el principio de tenencia. En el puede ilustrarse que el total de activos son categorizados en activos fijos y activos circulantes, donde estos últimos son a su vez divididos en activos circulantes permanentes y activos circulantes temporales. Allí también pude verse que los activos permanentes (fijos y circulantes) deben ser financiados por financiamiento permanente más financiamiento espontáneo, mientras que los activos circulantes temporales deben ser financiados por financiamiento temporal.

 

        Modificaciones del período de tenencia

        Generalmente existen dos modificaciones en el enfoque básico (original) del período de tenencia. Esto tiene que ver con el seguimiento de una política conservadora de capital de trabajo y una política agresiva de capital de trabajo.

       Así, en una política conservadora de capital de trabajo (Figura No. 2) fuentes de financiamiento permanentes excederán los activos permanentes en períodos de baja actividad, de tal manera habrá un exceso de caja el cual debe ser invertido en valores negociables de rápida convertibilidad. Las empresas que sigan esta política encararán menores riesgo de quedarse corta de caja que aquellas que sigan el enfoque de tenencia básico. Sin embargo, debido a que la empresa seguidora de este enfoque modificado también estará incrementando sus inversiones en activos de bajo rendimiento (los valores negociables), entonces la rentabilidad sobre la inversión (ROI) se verá disminuida.

        En el otro extremo, en una política agresiva de gerencia de capital de trabajo (Figura No. 3), parte de sus necesidades de financiamiento de activos permanentes serán financiados con fuentes temporales. Estas empresas están sujetas a un mayor riesgo de quedarse corta de caja y dependerá de su facilidad para estar consiguiendo financiamiento de corto plazo o reemplazando a esta por otra deuda de corto plazo. El beneficio derivado de esta política, si todo sale bien, es que la rentabilidad sobre la inversión (ROI) es mayor.

        Las empresas bien gerenciadas siguen el principio de tenencia de manera situacional, yendo desde el enfoque puro hasta el modificado, en sus dos acepciones, de acuerdo con la situación económica, política y social del país donde desarrollan sus actividades. De esta manera el enfoque del período de tenencia les provee de una herramienta importante para ser utilizado como guía en el proceso de decisiones sobre el apropiado uso del crédito a corto plazo en la administración del capital de trabajo.

 

        Minimizando las necesidades del capital de trabajo

        El efectivo por si mismo no es un activo productivo. Lo es sólo para los bancos u otros institutos de ahorro y crédito que el producto manejado es el dinero. La mayor parte de las empresas están en los negocios para producir o comercializar un bien, por lo que para operar y tener éxito en sus operaciones ellas deben invertir su efectivo en los otros elementos del capital de trabajo, o sea en inventarios y en cuentas por cobrar. Sin embargo, debido a que las obligaciones financieras y la compra de materias primas, primarias y secundarias, deben ser pagados en efectivo (dinero  o cheques), entonces se considera que uno de los componentes más importante del capital de trabajo es el efectivo, por lo que los gerentes de la compañía necesitan tener la mayor seguridad posible de mantener la suficiente disponibilidad de caja para satisfacer sus obligaciones de corto plazo. Para cumplir este objetivo se han desarrollado sencillas o sofisticadas técnicas y modelos de administración del efectivo que buscan acelerar la velocidad de recepción de caja y desacelerar la velocidad de salida de caja, dándole además  rentabilidad al efectivo ocioso, para de manera general maximizar la rentabilidad del efectivo mantenido en la empresa, mucho más considerando si en el sistema financiero se manejan  altas tasas de interés, tanto pasivas como activas. Modelos de efectivo están disponibles para determinar la caja óptima.  

        Aparte de las consideraciones sobre las necesidades de caja o efectivo en la empresa, los otros dos componentes del capital de trabajo que generan necesidades son el inventario y las cuentas por cobrar, por lo que una de las tareas de quien gerencia el capital de trabajo es reducir o minimizar las inversiones en estos dos componentes.

        El tamaño de las cuentas por cobrar de una empresa están determinados en parte por sus políticas de crédito y cobranzas y en parte por su medio ambiente competitivo. Así, cuando las otras compañías de a competencia están vendiendo a crédito, una compañía puede ser forzada, de hecho no de derecho, a también vender a crédito. Después de tomar esta decisión  las empresas  tienen poco control sobre la magnitud de las ventas a crédito, debiendo poner en práctica conocidas políticas de crédito y cobranzas, no para asegurar las cobranzas (en los negocios nada es seguro) sino para aumentar las probabilidades de cobrar y de hacerlo dentro del tiempo adecuado, de tal manera que no le cause problemas, o minimicen estos,  a su proceso de producción y ventas. Debido a los gastos asociados con el financiamiento de sus necesidades de capital de trabajo de la empresa, cualquier innecesario incremento en las cuentas por cobrar debe ser reconocido  como un gasto extraño en ese proceso de producción y ventas.

        Uno de los problemas que se presenta con este importante rubro del capital de trabajo es que, aún en un medio ambiente donde la empresa puede de manera independiente determinar sus políticas de cuentas por cobrar, el factor crítico a ser considerado es la estrecha relación entre las ventas y las cuentas por cobrar. Así, al reducir el financiamiento que ella está dispuesta otorgar a los compradores, podría estar eliminado algunos potenciales compradores. Entonces, de acuerdo con esto, las necesidades de inversión en cuentas por cobrar  podrían ser reducidas pero a un costo de reducir los ingresos totales de la compañía.

        Por otra parte, concediendo más crédito a los compradores esto tiene el efecto positivo de reducir el inventario y sus costos de mantenimiento, ya que al colocar términos de crédito mas flexibles, los compradores estarán más dispuestos a comprar más artículos y asumir, en consecuencia, el costo de mantenimiento del productor o comerciante. Sin embargo, mientras la inversión en inventarios declina la inversión en cuentas por cobrar se incrementa y cabe preguntarse ¿Qué es lo mejor?

        Un incremento considerable del volumen de ventas a crédito también aumenta la probabilidad para la empresa de adicionales riesgos de cuentas incobrables. El potencial costo de deudas malas debe ser sopesado contra el potencial incremento de las ganancias resultantes del incremento de ventas generados por flexibilidad de los términos de crédito.

        Asimismo, como las cuentas por cobrar, los inventarios también están directamente relacionados con las ventas y con el aumento y disminución de su volumen. Investigaciones y la experiencia han determinado que la existencia de demasiados inventarios es costoso y no causa impacto sobre las ventas, el mantener muy poco inventario puede causar faltantes de inventarios, con la consiguientes demanda insatisfecha y pérdida de ganancia y ventas, aparte de otros costos ocultos. De acuerdo con esto, el mantenimiento del apropiado nivel de inventarios es significante e importante para las empresas, que sofisticados modelos de inventarios han sido desarrollados, con el objetivo de determinar la interrelación entre el nivel de inventarios y el nivel de ventas de manera de que en la empresa pueda determinarse la cantidad óptima, que además de evitarle problemas operativos le minimice los costos de su administración o le maximice la rentabilidad para compañía.

        En resumen, considerando la reducción de la necesidad de inversión en capital de trabajo, específicamente en cuentas por cobrar e inventarios, en la empresa se debe buscar optimizar estas cantidades donde entonces la tarea gerencial es acertar con el apropiado nivel de cada uno de estos importantes componentes. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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