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Q DE TOBIN


Por Lcdo. Rigoberto A. Becerra D. (MBA)



Dentro del análisis financiero aplicado a las empresas que cotizan en Bolsas de Valores, un índice (o ratio) que es utilizado en algunos Mercados de Valores es el llamado Q de Tobin, en honor a quien lo desarrolló: el economista JAMES TOBIN, premio Nobel de economía en 1981, quien, al desarrollar la teoría sobre dicho indicador, aportó al conocimiento empresarial, una nueva herramienta útil en el momento de tomar una decisión de invertir o desinvertir (o de no hacer más inversiones de las que se tienen) y también para los inversores a través de la Bolsa para tomar decisiones sobre títulos valores. Este indicador, en algunas Bolsas de Valores, entre ellas las de España y de Colombia, viene ya calculado para cada acción en algunos reportes bursátiles publicados en los diarios, como una información más para el interesado. Generalmente se coloca en la última columna de dicho reporte.

La importancia de este índice, sobre todo en un contexto inflacionario, es que de manera implícita contempla la variable inflación en el cálculo, pues al considerar el costo de adquisición de las mismas instalaciones de la empresa a precios actuales, está considerando la corrección por inflación. De igual manera, contempla implícitamente la tasa de avance tecnológico del sector donde se desenvuelve la empresa analizada.

De manera concreta, el índice Q de Tobín es el resultado de dividir el valor actual de la empresa en función de su rentabilidad esperada entre el coste de reposición de sus activos reales. En otras palabras, el dividir el financiamiento por acciones (ordinarias y preferentes) y deuda en el mercado financiero entre el costo de adquisición a precios actuales de los activos de la empresa. En fórmula se tiene:

Q = Valor mercado Pasivo y de acciones / Costo de reposición de los activos reales

El numerador recoge las expectativas de beneficios que los accionistas y acreedores (tenedores de deuda) esperan obtener por su dinero que tienen en la empresa, por lo que entonces es el valor actual de ella en función de su rentabilidad esperada. Por su parte, el denominador está conformado por el valor de lo que costaría en el momento del análisis, y con la tecnología en ese momento conocida, constituir una empresa con igual capacidad de producción que la actual, por lo que entonces, el denominador es el valor real (no el contable) de todos los activos materiales de la empresa (se excluyen los inmateriales).

La interpretación que se hace de este índice, sobre todo para la gerencia de la empresa en sus decisiones, es:

Si el índice Q es mayor que 1, la empresa está valorada por encima de su valor real material, lo que significa que la rentabilidad de sus activos es mayor que la exigida por el mercado. En este caso, es rentable y adecuado para la empresa invertir en más activos reales (maquinarias, equipos, instalaciones, etc.).

Si el índice Q es menor que 1, está informando que el mercado no valora adecuadamente el esfuerzo de inversión realizado por la empresa y que no está dispuesto a pagar (en forma de capital o de préstamo) el dinero requerido para nuevas inversiones. En este caso, la inversión en activos reales de la empresa debe bajar o ser cero, orientando su política a la adquisición de activos financieros (bonos, acciones, los cuales deben estar baratos) y no a la de más activos reales.

Si el índice Q es igual a 1, significa que la empresa está valorada en su justo valor real material, por lo que la rentabilidad de sus activos es igual a la exigida por el mercado. Es una situación de equilibrio, muy difícil de mantener. En este caso para la empresa es mejor esperar para ver hacia donde se inclina la balanza ya que generalmente el índice Q es mayor o menor a 1.

Una de las dificultades que presenta el cálculo de este indicador, es la no muy fácil determinación de los costos de reposición de los activos reales de una empresa según la tecnología que exista en el mercado en cada momento, sobre todo si se pretende realizar desde fuera de la empresa. Sin embargo, considero que con un buen sistema de información gerencial en finanzas (SIGF) puede resultar relativamente fácil. (1)

En el libro Principios de Finanzas Corporativas, de Brealey y Myers, (2) se relaciona la Q de Tobín para varias empresas exitosas en el ámbito mundial. Esta relacion es:



EMPRESA

Q

EMPRESA

Q

AVON PRODUCTS

8,53

CONE MILLS

0,45

POLAROID

6,42

HOLLY SUGAR

0,50

XEROX

5,52

FEDERAL PAPER

0,52

SEARLE

5,27

NATIONAL STEEL

0,53

MMM

4,87

GRANITEVILLE

0,55

SCHERING-PLOUGH

4,30

PUBLIKER INDUSTRIES

0,59

IBM

4,21

MEDUSA CORP

0,60

COCA COLA

4,21

LOWENSTEIN

0,61

SMITHKLINE

4,19

U.S. STEEL

0,62

ELI LILLY

4,02

DAN RIVER

0,67



Según estos autores citados, al analizar el cuadro visualizan que aquellas empresas con valores de Q más altos tienden a ser aquellas que han tenido muy fuertes imágenes de marca o la protección de una patente. Por su parte, las que tienen los valores más bajos, son empresas que han estado generalmente en sectores altamente competitivos y en retroceso.

BIBLIOGRAFIA

- ESTE. ESTUDIOS EMPRESARIALES. REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y EMPRESARIALES. SAN SEBASTIAN, UNIVERSIDAD DE DEUSTO, 1992. Pags. 59 Y 60

- BREALEY, Richard y STEWART MYERS. Principios de Finanzas Corporativas. Editorial McGraw-Hill, 2da. Edición, España, 1988. Pags. 643 y 644

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